El incidente de la NASA con el transbordador Challenger representa uno de los episodios más trágicos y tristes en la historia de la Agencia Espacial.
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Corría un martes 28 de enero de 1986 cuando un equipo de siete astronautas, conformado por Francis “Dick” Scobee, Michael J. Smith, Ronald McNair, Ellison Onizuka, Gregory Jarvis, Judith Resnik y la profesora Christa McAuliffe emprendieron un vuelo que terminaría en desintegración casi absoluta minutos después.
El vuelo, bajo el nombre identificador de STS-51L, estuvo a punto de ser reagendado en varias ocasiones, justo como sucede ahora con la misión Artemis también de la NASA.
En aquel momento las razones climatológicas pudieron haber sido el punto que cambiara la historia. Pero la agencia espacial decidió seguir adelante a pesar del hielo que colgaba desde la torre de servicio del transbordador ese día.
A 74 segundos de su lanzamiento el transbordador explotó. Esto se debió al surgimiento de una minúscula llama en uno de los cohetes de propulsor sólido al segundo 58 de iniciar el ascenso.
En sólo cinco segundos el fuego se extendió por el suelo del depósito y envolvió por completo a la nave espacial detonando esa monumental explosión a 16 kilómetros de altura.
La conclusión de los investigadores determinó que las bajas temperaturas y el hielo de la noche anterior generó que las juntas de uno de los cohetes propulsores se volviera porosa, por ahí se fugó el gas que provocó esa reacción en cadena.
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Se trabajó por meses en la recuperación de todas las piezas de la misión. Pero hubo algunas que no se encontraron. Hasta ahora.
La NASA corrobora que las piezas encontradas cerca del triángulo de las Bermudas sí son del Challenger
A través de su sitio web oficial la Agencia Espacial ha difundido más detalles del reciente hallazgo de algunas piezas pertenecientes a una de sus naves.
Un equipo de filmación de History Channel habría encontrado en fechas recientes los restos. Estos documentalistas dieron con las piezas al noroeste de Florida, en la zona conocida popularmente como el Triángulo de las Bermudas.
“Los buzos notaron un gran objeto hecho por humanos cubierto parcialmente por arena en el lecho marino en la proximidad a la Costa Espacial de Florida, junto con la construcción moderna del objeto y la presencia de mosaicos cuadrados de 8 pulgadas (20,3 cm).”
El equipo de filmación en realidad se encontraba trabajando en un proyecto completamente ajeno a la NASA, pero al dar con ese “artefacto” terminaron contactando a la Agencia para corroborar que era de ellos.
Ahora la agencia evalúa qué hacer con el denominado objeto con el que se “honrará adecuadamente el legado de los astronautas caídos de Challenger y las familias que los amaban”.