El exastronauta de la NASA, James McDivitt, quien comandó las misiones Gemini IV y Apolo 9, murió el pasado 13 de octubre a los 93 años, dejando un legado espacial inolvidable.
McDivitt, oriundo de Chicago, falleció pacíficamente mientras dormía rodeado de su familia y amigos en Tucson, Arizona, quizás recordando todo lo que vivió como astrónomo.
Nació el 10 de junio de 1929. Sus primos estudios los tomó en la Kalamazoo Central High School, en Michigan, antes de recibir una Licenciatura en Ciencias en Ingeniería Aeronáutica de la Universidad de Michigan, graduándose como primero de su clase en 1959.
Antes de llegar a la NASA, se unió a la Fuerza Aérea en 1951 y se retiró con el rango de General de Brigada. Voló 145 misiones de combate durante la Guerra de Corea en aviones F-80 y F-86 y se graduó de la Escuela de Pilotos de Prueba Experimental de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y del curso de Piloto de Investigación Aeroespacial de la Fuerza Aérea.
Tras desempeñarse como piloto de prueba experimental en la Base de la Fuerza Aérea Edwards, California y lograr más de 5.000 horas de vuelo durante su carrera como piloto, la NASA tocó su puerta.
Destinado a ir al espacio
McDivitt fue seleccionado como astronauta por la NASA en septiembre de 1962 como parte de la segunda clase de astronautas de la agencia espacial.
Voló por primera vez al espacio como comandante de la misión Gemini IV en junio de 1965 y estuvo en el vuelo más ambicioso del programa hasta la fecha.
La duración de cuatro días de la misión casi duplicó el tiempo anterior de los astronautas de la NASA en el espacio hasta ese punto y el vuelo espacial estadounidense más largo fue anteriormente la misión Mercury 9, de 34 horas.
El segundo vuelo espacial de McDivitt como comandante fue en Apolo 9, misión en la que desempeñó un papel fundamental en el aterrizaje de los primeros humanos en la Luna. Este fue el primer vuelo del conjunto completo de hardware de Apolo y fue el primer vuelo del Módulo Lunar.
La misión se lanzó desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA el 3 de marzo de 1969, con el comandante McDivitt, el piloto del módulo de comando David Scott y el piloto del módulo lunar Russell Schweickart. Después del lanzamiento, el Apolo 9 entró en la órbita terrestre y la tripulación realizó una prueba de ingeniería del primer módulo lunar tripulado, apodado “Spider”, de principio a fin.
Apolo 9 fue clave para la simulación de maniobras que se realizarían durante las misiones lunarea reales. Los astronautas a bordo realizaron tareas de vuelo y su máxima prioridad era el encuentro y el acoplamiento del módulo lunar con el módulo de comando y servicio.
El retiro de la Fuerza Aérea
Después del Apolo 9, James McDivitt se convirtió en gerente de operaciones de aterrizaje lunar y dirigió un equipo que planificó el programa de exploración lunar y rediseñó la nave espacial para cumplir esta tarea.
En agosto de 1969, se convirtió en gerente del Programa de Naves Espaciales Apolo, dirigiendo el programa a través de los Apolo 12, 13, 14, 15 y 16. McDivitt se retiró de la Fuerza Aérea de EE. UU. y dejó la NASA en junio de 1972 para ocupar el cargo de vicepresidente ejecutivo de asuntos corporativos de Consumers Power Company, uno de tantos cargos que tuvo luego de su aventura espacial.
Decir que dejó una huella y un legado espacial es quedarnos cortos, por eso dejamos la lista de premios y reconocimientos que recibió durante su carrera.
- Dos Medallas de Servicio Distinguido de la NASA.
- Medalla de Servicio Excepcional de la NASA.
- Dos Medallas de Servicio Distinguido de la Fuerza Aérea.
- Cuatro Cruces de Vuelo Distinguido.
- Cinco Medallas Aéreas y Alas de Astronauta de la Fuerza Aérea
- Medalla Chong Moo de Corea del Sur.
- Premio Primus Aeroespacial del Comando de Sistemas de la Fuerza Aérea
- Trofeo JFK de la Sociedad Aérea Arnold
- Espada de Loyola
- Premio Wolverine Frontiersman de Michigan.
Buen viaje, comandante McDivitt.