Un estudio titulado “Biomanufacturing in Low Earth Orbit for Regenerative Medicine” y publicado en la revista especializada Stem Cell Reports revela que la microgravedad del espacio podría facilitar la producción acelerada de células madres, lo que ayudaría a tratar enfermedades.
La investigación fue dirigida por investigadores del Hospital Cedars-Sinai, en Los Ángeles, dirigidos por Arun Sharma, un biólogo especializado en células madre, de acuerdo con lo citado por el sitio web de 20 minutos.
El científico, investigador y director del Instituto Smidt para el Corazón y el Departamento de Ciencias Biomédicas del Cedars-Sinai, explicó los hallazgos del estudio.
“Descubrimos que los vuelos espaciales y la microgravedad proporcionan un entorno óptimo para la biofabricación porque confiere una serie de propiedades muy especiales a los tejidos y procesos biológicos que pueden ayudar a producir en masa células u otros productos de una manera irreplicable en la Tierra”, detalló Sharma.
El estudio puede contribuir a salvar vidas
Los resultados de la investigación exponen cómo la producción acelerada de células madre puede contribuir a realizar avances que salven millones de vida, con la colaboración de los astronautas en órbita.
“Las últimas dos décadas han visto avances notables en la medicina regenerativa, así como avance exponencial en las tecnologías espaciales que permiten explorar nuevas oportunidades en el mercado espacial”, añade el autor principal.
La potencialidad que tienen las células de convertirse en cualquier otro tipo de célula y su capacidad de regenerarse a sí mismas son las propiedades que destaca el estudio en el ambiente de microgravedad.
La utilización de células madres, organoides u otros tejidos se han planteado como posibles tratamientos a algunas enfermedades: “La células madres producidas en el espacio pueden llevarnos a fabricar estructuras óseas o musculares que podrían aplicarse a enfermedades como la osteoporosis u otras formas de envejecimiento óseo acelerado y desgaste muscular”.
Arun Sharma concluyó: “En los próximos cinco años podríamos tener un escenario en el que las células o tejidos se puedan fabricar de una manera que simplemente no es posible aquí en la Tierra”.