Las profundidades del universo y sus espectáculos visuales pueden ser tan hermosos como aterradores. Eso que disfrutamos a través de las imágenes que comparte la NASA y ESA por el Hubble y el James Webb, en muchos casos podría acabar con nuestra existencia.
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De hecho, en los frecuentes comunicados de las agencias espaciales y organizaciones de astronomía se destaca el hecho de que ocurren a una cantidad de años luz considerables en la que estamos fuera de peligro.
Sin embargo, hay tres descubrimientos en específico, aterradores por demás, que son una señal de alerta para la ciencia y que obviamente en algún momento podrían poner en peligro nuestra existencia.
Es cierto que los científicos, astrónomos, ingenieros y astrofísicos estudian estos tipos de peligros bajo el término de probabilidades. Y aunque en uno de los casos es muy baja la chance de que ocurra, la posibilidad está presente.
Entonces, es necesario trabajar para estar preparados en caso de que esa amenaza eleve su porcentaje de accionar sobre nuestro mundo.
Los tres descubrimientos más aterradores en el espacio
El primero de los tres descubrimientos es quizás el más seguro de que va a pasar, pero todavía falta muchísimo para que ocurra. Se trata del choque o fusión de la Vía Láctea, que es nuestra galaxia y de Andrómeda, el cúmulo estelar vecino.
De acuerdo a lo que reseña Clarín en una nota, Andrómeda está encaminada hacia nosotros para registrar un evento que es común en el universo: la fusión entre galaxias. No obstante, según los cálculos científicos esto debería ocurrir dentro de unos 3 mil o 5 mil millones de años.
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Una tormenta solar
Nuestra estrella masiva, fuente de energía más poderoso en nuestro sistema frecuentemente eyecta sus partículas hacia todos los planetas y lunas. El nuestro las soporta gracias a su campo magnético y los protectores que permiten el desarrollo de la vida tal y como la conocemos.
Pero cuando hay erupciones durante los ciclos solares la cantidad de rayos X se incrementa y si nos llega a tocar puede provocar un apagón de señales en el planeta. El medio citado reseña que esto ocurrió una vez en la Tierra, en el año 1859.
Se le conoce como el Evento Carrington y si llegase a suceder en la actualidad provocaría un caos en los servicios eléctricos y de Internet a nivel mundial.
Un asteroide, obvio
Parece cliché, pero no es más que el registro de una posibilidad. Ocurrió una vez de forma masiva hace 64 millones de años y pasa constantemente en escalas micro en diferentes partes del mundo.
Siempre estamos ante la posibilidad de que un asteroide nos impacte y que eso repercuta en el desarrollo de la vida. Es por esto que las organizaciones espaciales trabajan en escudos que impidan que nos pase lo mismo que a los dinosaurios.