Espacio

NASA: Telescopio James Webb revela los precipicios cósmicos y paisajes resplandecientes de una región de nacimiento estelar

Una de las imágenes más increíbles de nuestro universo.

NGC 3324 (NASA)

El telescopio espacial James Webb ha sido noticia en los últimos días, con la publicación de las imágenes a color logradas por el instrumento de la NASA, la ESA y la CSA. Ahora, se han revelado los precipicios cósmicos y paisajes resplandecientes de una región de nacimiento estelar.

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En su sitio web oficial, la agencia espacial estadounidense describe la imagen revelada como “un paisaje de montañas y valles salpicados de estrellas brillantes”.

Esta impresionante captura es en realidad el borde de una región cercana y joven donde se forman estrellas, llamada NGC 3324, en la nebulosa de Carina, tomada en luz infrarroja por el telescopio espacial que, finalmente, revela por primera vez regiones de nacimiento estelar que antes habían sido invisibles.

La región NGC 3324 fue catalogada por primera vez por James Dunlop en 1826 y es visible desde el hemisferio sur. Está situada en la esquina noroeste de Carina, que reside en la constelación del mismo nombre y que es el hogar de la nebulosa Cerradura y la estrella hipergigante Eta Carinae.

¿Qué son los precipicios cósmicos?

Llamados precipicios cósmicos, la imagen aparentemente tridimensional del Webb luce como montañas escarpadas en una noche iluminada por la Luna. En realidad, es el borde de la cavidad gaseosa gigante que está dentro de NGC 3324, y los “picos” más altos en esta imagen tienen una altura aproximada de 58 años luz.

La zona cavernosa ha sido tallada en la nebulosa por la intensa radiación ultravioleta y los vientos estelares de estrellas jóvenes extremadamente grandes y calientes, ubicadas en el centro de la burbuja, sobre el área que se muestra en esta imagen.

NGC 3324 (NASA)

Esa radiación de las estrellas jóvenes esculpe la pared de la nebulosa, erosionándola lentamente. Además, unos pilares se elevan sobre la pared brillante de gas, resistiendo esta radiación, mientras el “vapor” que parece emerger de las montañas celestiales es en realidad gas ionizado caliente y polvo caliente que brotan de la nebulosa debido a la implacable radiación.

Hasta este momento, los científicos han tenido muy pocos datos sobre la influencia de la multitud de estrellas jóvenes y más enérgicas de baja masa. Con Webb, podrán obtener un censo completo de su número y su impacto en toda la nebulosa.

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