La superficie del asteroide Bennu es tan inestable como una piscina de bolas de plástico. NASA realizó la comparación, luego de analizar mayores datos recopilados por la nave espacial OSIRIS-REx.
Si la nave no hubiera disparado sus propulsores tras recoger muestras de polvo y rocas de Bennu, se hundía.
Es parte de lo impredecible de este asteroide, descubierto desde Socorro (Nuevo México) en 1999, gracias al programa Linear.
De acuerdo con la agencia aeroespacial, las partículas que componen el exterior de Bennu están tan flojas y ligeramente unidas entre sí, que si una persona lo pisara sentiría muy poca resistencia.
Como si entrara en una piscina de pelotas de plástico.
Las características principales del asteroide Bennu, tras la investigación de la NASA
Bennu es un asteroide cercano a la Tierra, con unos 500 metros de diámetro y una densidad de 1190 kilogramos por metro cúbico.
En 2016, NASA envió la sonda espacial OSIRIS-REx para estudiarlo, recogiendo muestras en 2020. Se espera que la nave arribe a nuestro planeta en 2023.
Kevin Walsh, miembro del equipo científico OSIRIS-REx del Southwest Research Institute, habló en el comunicado de la NASA acerca de la superficie del asteroide.
“Si Bennu estuviera completamente lleno, eso implicaría que sería una roca casi sólida, pero encontramos mucho espacio vacío en la superficie”. De acuerdo con Walsh y sus compañeros, el asteroide estaba arrojando partículas de roca al espacio.
Con él coincide Dante Lauretta, investigador del equipo. “Nuestras expectativas sobre la superficie del asteroide estaban completamente equivocadas”, recalcó. Tras ver en primer plano imágenes de la superficie de Bennu, Lauretta señaló que era “una enorme pared de escombros que salía del sitio de la muestra”.
El futuro de los estudios sobre asteroides
La información recopilada por la NASA sobre Bennu ayudará a los científicos a interpretar mejor las observaciones remotas de otros asteroides. De cara a futuras misiones, resultará clave lo descubierto en esta misión.
Los resultados del estudio sobre la superficie de Bennu se publicaron en las revistas Science y Science Advances.
