La NASA confirmó que el cometa más grande jamás visto, descubierto gracias al Telescopio Espacial Hubble, pasará cerca de la Tierra durante la próxima década, aproximadamente en el 2031.
Desde la agencia espacial estadounidense aseguraron que se trata de un objeto celeste, que “tiene un núcleo 50 veces más grande que el de los cometas conocidos hasta ahora”, de acuerdo con lo citado en el sitio web de Los Andes.
Según los cálculos de los expertos, el diámetro estimado del cometa, llamado ‘C/2014 UN271′, es de casi 130 kilómetros, por lo que la NASA resaltó: “El laboratorio espacial detectó el núcleo de hielo del cometa más grande jamás observado por los seres humanos”.
Los astrónomos argumentaron que el objeto es “más grande que el estado de Rhode Island” de Estados Unidos, y que, con estas dimensiones, “el coloso celeste pasará cerca de nuestro planeta al inicio de la próxima década”.
Un cometa sin precedentes
Además de ser mucho más grande que el promedio de los cometas observados hasta ahora, este ejemplar pesa alrededor 500 mil millones de toneladas, más que cualquier otro cuerpo celeste similar que haya pasado cerca de nuestro Sistema Solar.
Los científicos de la NASA, con la información del Hubble, determinaron que el cometa se se precipita desde un extremo de nuestro Sistema, con una velocidad aproximada de más de 35 mil 400 kilómetros por hora.
Sobre ‘C/2014 UN271′, informaron que su núcleo parece estar hecho completamente de hielo, algo que se determinó a partir de un modelo digital realizado por la Macau University of Science and Technology.
Los expertos creen que el cometa gigante viene de la Nube de Oort, un espacio en los límites de nuestro Sistema Solar, muy lejos de la Tierra. Su origen lleva a los especialistas a evaluar que el cometa podría tener cerca de 1 millón de años cayendo hacia el Sol.
“Como la masa de nuestro astro principal es tan grande, atrae objetos como éste todo el tiempo. Sin embargo, nunca habíamos tenido registro de uno así de gigantesco”, indicaron desde la NASA, añadiendo que hasta ahora no hay riesgo real de impacto contra la Tierra.