El plan de colonización de Marte tiene, como un paso previo, el análisis de sus rocas en la Tierra. En la actualidad, el rover Perseverance de la NASA está recolectando material en la superficie del planeta rojo, para traerlo a principios de la década de 2030. ¿Es peligroso esto para nuestro planeta?
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Un grupo de investigadores habló sobre el tema en un trabajo para Scientific American, señalando que lo importante es tener precaución respecto al regolito que llegará a la Tierra.
Y esa precaución implica en realizar análisis en lugares especiales, bien protegidos, para evitar alguna sorpresa.
La misión Mars Sample Return (Devolución de muestra de Marte, en castellano) busca recolectar y almacenar muestras en el planeta rojo. “Se planean dos misiones de retorno de muestras de Marte para seguir los pasos de Perseverance en las cercanías del cráter Jezero”, señala la agencia en su portal.
“El primero aterrizaría cerca o en Jezero, recolectaría y luego lanzaría el caché de muestra desde el planeta rojo. El segundo lo capturaría en la órbita de Marte y luego lo traería de regreso a la Tierra, de manera segura, a principios o mediados de la década de 2030″.
De acuerdo con la agencia, hay una pregunta clave que responderá la recolección: ¿existió alguna vez vida en Marte?
“Solo trayendo de vuelta las muestras”, indica la misión MSR, “podemos realmente responder la pregunta, utilizando los laboratorios más sofisticados y de última generación, en un momento en que las generaciones futuras puedan estudiarlas, utilizando técnicas aún por inventar”.
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La palabra de los científicos sobre la traída de rocas de Marte a la Tierra
Pero, ¿qué dicen los científicos al respecto? ¿Es seguro para la Tierra traer muestras marcianas?
Philip Christensen, de la Universidad Estatal de Arizona y copresidente de Decadal Survey, parte de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina, habló sobre el tema.
“Nuestra recomendación fue no salir y construir una instalación receptora muy elegante, muy complicada y con muchos instrumentos”, apuntó Christensen, citado por Scientific American. “Hazlo lo más simple posible. El trabajo número uno es verificar que las muestras sean seguras y luego enviarlas a laboratorios de todo el mundo que ya cuentan con instrumentación muy sofisticada”.
Respalda la propuesta John Rummel, astrobiólogo retirado de la NASA.
“Nadie quiere gastar todo el dinero del mundo en un Taj Mahal para la ciencia”, apunta, aludiendo al gigantesco y lujoso monumento de la India. Rummel reconoce que las muestras ayudarán a conocer más sobre Marte, pero “debemos tener cuidado”.
Cassie Conley, de la NASA, fue más directa en su aseveración.
“Los contribuyentes habrán invertido, al menos, 10 mil millones de dólares para traer estas muestras a la Tierra. Entonces, ¿no vale la pena gastar un 1% más para construir las mejores instalaciones e instrumentación posibles para estudiar estas muestras, y al mismo tiempo garantizar que MSR no cause que algo malo le suceda al único planeta en el que podemos vivir”.
Las rocas de Marte... ya están en nuestro planeta
No todos hablan de precaución al momento de traer las rocas a nuestro planeta.
Para el astrobiólogo Steve Benner, de la Fundación para la Evolución Molecular Aplicada, 500 kilogramos de rocas marcianas caen anualmente en la Tierra.
“En los más de 3.500 millones de años desde que apareció la vida en la Tierra, billones de otras rocas han hecho viajes similares. Si la microbiota de Marte existe y puede causar estragos en la biosfera de la Tierra, ya sucedió, y unos pocos kilogramos más de la NASA no harán ninguna diferencia”.
La discusión continúa: de aquí a principios de la década de 2030 mucha más tela podrá cortarse.