En la soledad de Marte, no hay perros ni gatos, por lo que adoptar una mascota es imposible para cualquier ser viviente, pensante o máquina que esté en la superficie del planeta rojo. Para sentir un poco de compañía, el róver Perseverance de la NASA ha hecho una amiga: una piedra.
PUBLICIDAD
Desde que este róver aterrizó en el cráter Jezero en febrero de 2021, ha estado explorando la superficie marciana con la ayuda del helicóptero Ingenuity. Han descubierto cosas interesantes, como la lentitud del sonido en el astro.
En uno de los desplazamientos de Percy, como cariñosamente se le llama al Perseverance, una pequeña roca cayó sobre una de sus ruedas y se quedó allí, atascada, como fiel acompañante.
Como recuerda el sitio web de Xataka en su informe, no es la primera vez que una piedra se aloja sobre un róver durante semanas en alguna misión de las agencias espaciales, pero esta en particular lleva varios meses con el Perseverance, por lo que se ha ganado la etiqueta de mascota.
Si esta roca pudiera hablar, contaría muchos descubrimientos
Desde la NASA explicaron que, si esta roca pudiera hablar, podría decirnos los cambios que ha experimentado al viajar de vuelta hacia el norte a través de la zona del aterrizaje en la región Octavia E. Butler, y luego al oeste, pasando por los espectaculares restos del antiguo delta Kodiak.
En la agencia espacial estadounidense aclaran que la piedra no ha causado daño alguno a la rueda en la que está y aparece con frecuencia en la Hazcam, la cámara que se usa para detectar obstáculos en el camino.
“Hemos visto cómo este tipo de rocas acabaron atrapadas por las ruedas del Curiosity de cuando en cuando y lo mismo ocurrió hace 18 años con el Spirit, en cuya rueda trasera derecha también se quedó atrapada una roca del tamaño de una papa”, recordó la NASA.
Una roca se aloja en un róver durante los desplazamientos a través de la ladera y las piedras tienden a caerse por completo por sí solas después de un tiempo. Por ahora, Percy disfruta de la compañía de su mascota.