De todos los eventos que la ciencia ha detectado en las profundidades de espacio profundo, la famosa señal “Wow!” es de los que generan mayor misterio.
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Se trata de una señal de ondas de radio que dura unos 72 segundos captada por el radiotelescopio Big Ear, el 15 de agosto de 1977. Nunca antes se había detectado un mensaje como este. Y desde entonces, no ha vuelto a ocurrir algo similar.
El encargado de notar esta señal en el radiotelescopio fue el científico Jerrt Ehman y cuando captó dichos datos anotó en su cuaderno, además de la información registrada, la palabra “Wow!”, de ahí su acertado nombre.
Sin embargo, esto no quiere decir que haya un extraterrestre intentando ser encontrado. De hecho, ni siquiera se conoce con certeza de donde viene y existe la posibilidad de que esto sea correspondiente a un fenómeno natural; algo que también sería una excelente noticia.
Entonces, es trabajo de las generaciones que siguieron a aquel hallazgo intentar descifrar el origen de este hecho inusual.
Bajo este concepto y responsabilidad, un nuevo estudio ha analizado los datos y sugiere haber encontrado el origen de la señal; una estrella en la constelación Sagitario que podría reunir las condiciones para albergar la vida tal y como la conocemos, situada a 1800 años luz de distancia.
Señal “Wow!” ¿De dónde viniste?
Es la pregunta que todos quieren responder, y no es para menos. El autor del estudio dice: “La señal Wow! es considerada como la mejor señal de radio candidata a SETI (búsqueda de inteligencia extraterrestre) que hemos captado con nuestros telescopios”, según reseña DW.
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El elemento principal de este tipo de señales es el hidrógeno, compuesto natural que más abunda en el universo. Por lo tanto, es muy elevada la posibilidad de que las ondas de radio en frecuencia baja hayan sido producto de una fuente natural.
Pero además, también es lógico pensar que una posible civilización alienígena usó este elemento para comunicarse.
La explicación del estudio
Con el paso de los años y diferentes estudios se llegó a cierta conclusión de que la señal provenía de la constelación Sagitario o quizás de algunos cúmulos estelares aledaños a ella. No obstante, trabajar sobre este territorio es como buscar una aguja en un pajar.
Pero el astrónomo Alberto Caballero se propuso a analizar la información de miles de estrellas en esta región hasta lograr reducir la búsqueda. Y fue así como halló la estrella similar a nuestro Sol llamada 2MASS 19281982-2640123, ubicada a 1800 años luz en la constelación de Sagitario, según publica DW.
“A pesar de que esta estrella está situada demasiado lejos para enviar cualquier respuesta en forma de transmisión de radio o luz, podría ser un gran objetivo para realizar observaciones en busca de exoplanetas alrededor de la estrella”, dijo Caballero en su artículo final.
Lo más sorprendente del caso es que el astro que señaló está muy cerca de la distancia con mayor probabilidad de que exista una civilización extraterrestre. “Esta estrella tiene una temperatura estimada de solo 5 grados más que el Sol, y un radio y luminosidad casi idénticos. Es un objetivo excelente para buscar exoplanetas potencialmente habitables”, apuntó.
Este estudio provoca buenas noticias para la astronomía así no sea una civilización extraterrestre la emisora de esta señal. Ya mencionamos que el hecho de que sea un evento natural es productivo ya que en esta zona podría haber un mundo similar a nuestra Tierra. Pero también entrega una nueva herramienta de observación hacia otras constelaciones en la eterna búsqueda.