La carrera al espacio tuvo en los animales a sus primeros héroes. Muchos recuerdan a la perra soviética Laika, que murió en pleno viaje en 1957, pero son pocos los que saben que dos monitas de NASA sobrevivieron a su vuelo en 1959. Son Able y Baker.
Con el objetivo de llevar al ser humano al espacio, los científicos de la NASA probaron con animales. En los 50, el programa espacial intentó con seis monos llamados Albert y uno de nombre Gordo, pero todos murieron consecutivamente.
Hasta que Able y Baker pudieron superar la prueba.
¿Quiénes eran Able y Baker?
Able era una mona rhesus originaria de Perú, mientras que Baker era una mona ardilla de Independence, Kansas. Tras prepararlas, las enviaron al espacio en la misión Bioflight número 2, junto con cargas útiles como muestras de sangre y células de levadura, además de dos ranas.
Por quince minutos, se elevaron 480 kilómetros, cayendo luego en el mar Caribe. Al recogerlas, lo notaron: estaban vivas. Fue un éxito el vuelo.
Estas monitas abrieron las puertas a los Mercury Seven, astronautas como John Glenn, Gordon Cooper o Alan Shepard, que se convirtieron en los primeros estadounidenses en el espacio.
“Eran estrellas estadounidenses, peones en una historia que se convirtió en un pantano de estereotipos y simbolismos de la Guerra Fría”, contó Jordan Bimm, sociólogo de la Universidad de Princeton, al portal Space.
“Como historiador, te apegas mucho a tus sujetos y muchas veces mis sujetos son personas bastante malvadas, son científicos ex nazis que vienen a Estados Unidos y trabajan para el programa espacial. Pero en el caso de Able y Baker, son animales inocentes”.
La tragedia de Able y la larga vida de Baker
Able murió un par de días después. Un electrodo quedó incrustado en su cuerpo, y para sacarlo, le colocaron anestesia a la mona: el exceso ocasionó su muerte.
Con Able se cometió una injusticia, al ser denominada mediáticamente como macho. Todo surgió por un error del general Joseph McNinch, jefe de la unidad de investigación médica del Ejército, que en una rueda de prensa lo catalogó de macho.
Aunque corrigió casi inmediatamente, los medios estadounidenses se quedaron con el fallo, y así se difundió durante muchos años. De hecho, en la película Una Noche en el Museo 2, con Ben Stiller, aparece Able como macho (o al menos así lo toman todos).
Tal y como sucede en la película, el cuerpo de la animal se encuentra exhibido en el Museo Smithsonian de Washington.
Baker sobrevivió varios años a la proeza de 1959. Vivió hasta los 27, pasando sus últimos años en el Alabama Space and Rocket Center, como una verdadera estrella de rock.