La llegada del rover Perseverance de la NASA a Marte, en febrero de 2021, significó una nueva puerta abierta en la investigación del planeta rojo. El organismo difundió, en ese momento, el audio del vehículo: más de un año después se publican los primeros estudios al respecto.
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Un grupo de expertos de la agencia aeroespacial presentó en la revista Nature el trabajo titulado Grabación in situ del paisaje sonoro de Marte.
Utilizando las grabaciones de los micrófonos del Perseverance, se da a conocer “la primera caracterización del entorno acústico de Marte y las fluctuaciones de presión en el rango audible y más allá, de 20 Hz a 50 kHz”.
De acuerdo con Sylvestre Maurice, astrofísico de la Universidad de Toulouse, en Francia, hubo una preocupación inicial, un silencio imponente.
“En algún momento pensamos que el micrófono estaba roto, por lo silencioso”, confesó. Pero era producto de la delgadez de la atmósfera del planeta.
Los hallazgos del estudio acústico de Marte, por parte del rover Perseverance de la NASA
El estudio de Maurice y sus compañeros, que constituye el primer análisis de acústica en el planeta rojo, revela lo rápido que viaja el sonido a través de la atmósfera, lo determinante del dióxido de carbono en el resultado y cómo podría sonar Marte para los oídos humanos.
“Es un nuevo sentido de investigación que nunca habíamos usado en Marte”, dijo Maurice en el comunicado de la agencia aeroespacial. “Espero que vengan muchos descubrimientos, utilizando la atmósfera como fuente de sonido y medio de propagación”.
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Respecto a la Tierra, la velocidad del sonido en Marte es mucho más lenta. En nuestro planeta, los sonidos viajan normalmente a 343 metros por segundo; en Marte, los sonidos bajos lo hacen a 240 metros por segundo, y los de tono más alto, a 250 metros por segundo.
Un efecto más de la atmósfera marciana: los sonidos se transmiten a corta distancia y los tonos más agudos casi no se transmiten.
Mientras que en la Tierra, el sonido puede disminuir después de unos 65 metros; en Marte, a unos 8 metros, perdiéndose por completo los sonidos agudos a esa distancia.
El “rasguño agudo” del Perseverance
Otra de las revelaciones del estudio de la NASA señala la existencia de variaciones de presión, midiéndose también ráfagas de viento marciano en escalas de tiempo muy cortas.
El famoso “rasguño agudo” del Perseverance sobre el terreno marciano se notó con potencia, gracias al micrófono SuperCam, equivalente al “ruido molesto al conducir un automóvil”.
Además se analizó el ruido de los rotores dobles giratorios de Ingenuity, el helicóptero que acompaña en el planeta rojo al rover Perseverance.
“Estos datos”, apuntan los investigadores en la publicación de Nature, “establecen una verdad básica para el modelado de procesos acústicos, que es fundamental para los estudios en atmósferas como las de Marte y Venus”.