Loa agujeros negros siguen siendo esos objetos del universo que todavía tienen mucha información por conocer. El avance de la ciencia, plasmado en los telescopios espaciales de la NASA y ESA y el resto de los aliados, ha hecho que se sepan nuevos elementos sobre su comportamiento. Sin embargo, cada observación es una oportunidad para seguirlos descubriendo.
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Una de las características que la astronomía ha logrado resolver de los también llamados agujeros de gusano, es que se posan en el centro de las galaxias. Se conoce su ubicación por energía que se ubica a sus alrededores y la fuera gravitacional con la que atrae a los cuerpos celestes que tiene cercanos.
No obstante, se conoce poco sobre su formación y lo que esconde en sus oscuras profundidades. el universo entero está lleno de ellos, y mientras más lejanos están de nosotros más complicado se vuelve estudiarlos.
Pero los astrónomos igual intentan observarlos ya que son esos los que tienen la información del inicio de la existencia.
Agujeros negros primitivos
Gracias al Telescopio Espacial Hubble de la NASA y la ESA, que a pesar de tener más de 30 años al servicio de la ciencia sigue descubriendo misterios de otras galaxias, los astrónomos han identificado un agujero negro de rápido crecimiento en el universo primitivo.
De acuerdo a la información que publica la NASA en su portal, con la imagen ilustrada de como luce su alrededor, con los datos del Hubble, este agujero negro es considerado un “eslabón perdido” crucial entre las galaxias jóvenes en formación de estrellas. Es de los primeros agujeros negros supermasivos.
El agujero negro capturado por el Hubble está dentro de un núcleo rodeado de polvo de una galaxia del llamado estallido estelar. Estos elementos son, gracias a todos sus elementos, formadores de nuevas estrellas.
Con el paso de los miles de millones de años esta región se va a convertir en un cuásar brillante, cuando los restos de la explosión desaparezcan. “Descubierto en un estudio de cielo profundo del Hubble, el polvoriento agujero negro se remonta a solo 750 millones de años después del Big Bang”, dijo la NASA en su comunicado.
