En los constantes avances de la ciencia espacial y astronomía, normalmente escuchamos noticias de la NASA y sus aliados gubernamentales y comerciales como SpaceX. Sin embargo, esta asombrosa área de la investigación científica tiene a importantes agencias de China y Rusia logrando hitos iguales o superiores a las organizaciones occidentales.
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La más reciente evidencia se presenta a través de un proyecto de brazo robótico que el programa de China quiere poner en el espacio. Este dispositivo, afirman, que tiene una “fuerza, flexibilidad y vida útil sin precedentes”, reseña Xataka.
Sería la segunda gran innovación que el programa espacial de China pone en la órbita de nuestro planeta. El anterior a este brazo robótico (que apenas está en fase de prueba) es un satélite que ejecuta el trabajo de grúa remolcadora.
Hace poco menos de un mes enganchó a otro satélite de la misma agencia espacial china y lo llevó hacia una órbita cementerio para sacarlo de circulación.
El portal citado cuenta que esta acción alertó a las autoridades norteamericanas, debido a su posible uso militar. Entonces, si este inofensivo encendió las alarmas de la NASA imaginen este nuevo brazo que tiene la capacidad de aplastar a otros satélites.
Uno de los científicos que cita Xataka compara la fuerza del brazo para aplastar un satélite con el de una “una pitón” (serpiente) que estrangula a su presa. El instituto chino que lo fabricó trata de calmar los ánimos y asegura que sus fines son científicos y pacíficos; para uso interno o colaborativo con el fin de avanzar en la investigación espacial.
Características del brazo robótico de China
El brazo robótico de China tiene alrededor de 1.5 metros de largo. Fue desarrollado por las mentes brillantes del Instituto de Óptica, Mecánica Fina y Física de Changchun. Dentro de su mecanismo cuenta con nueve segmentos que funcionan, cada uno, de manera independiente.
Dicha capacidad de autonomía en las partes le permite rotar y torcerse con amplia flexibilidad para alcanzar lugares que otros de su mismo estilo no pueden. Tener nueve mecanismos diferentes elevan la posibilidad de avería. Y como bien sabrán, reparar un aparto en la órbita puede salir mucho más costoso de lo que se imaginan.
Para poder evitar estas eventualidades, el equipo se diseñó de tal manera que si uno de los nueve segmentos sufre una avería se pueda reemplazar a sí mismo estando en órbita. “El sistema modular es la solución a este problema”, mencionó el científico Xu Zhenbang, según Xataka.
Esta característica es beneficiosa ya que por medio de una inteligencia artificial integrada le permite trabajar también en forma conjunta para tener más fuerza o individual para realizar tareas específicas.
Los encargados del brazo robótico están avanzados en las fases de pruebas para el dispositivo. Indican que quieren sacar algunas partes de metal para sustituirlas con otras de fibra de carbono con la intención de que esto reduzca su peso.