Es complicado conocer a detalle las características específicas de los exoplanetas. Son mundos que están fuera de nuestro sistema solar y aunque se pueden detectar a través de un minucioso mecanismo, es un verdadero reto descifrar los misterios qué esconden estos cuerpos celestes.
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Elementos cómo su atmósfera, tránsito orbital, superficie y temperatura son cuestiones complicadas para la ciencia, que hace un enorme esfuerzo y dedica años de trabajo para calcular lo que puede estar ocurriendo en lugares que están a cientos o millones de años luz de distancia.
Para estar cerca de los detalles, los astrónomos estudian los datos que el Telescopio Espacial Hubble ha recogido en más de tres décadas de funcionamiento. Gracias a su trabajo, los exoplanetas, en líneas generales, son clasificados en dos: gigantes gaseosos o mundos rocoso, tal y como ocurre en nuestro Sistema Solar.
Sin embargo, en el camino se han encontrado con planetas que varían en sus tamaños de acuerdo a su elemento dominante. En palabras más simples: hay mundos gaseosos más pequeños que Júpiter, Neptuno o Saturno y rocosos muchísimo más grandes que la Tierra. Y además, hay unos más extraños que podrían estar realizando una plena transición con los elementos de ambos.
Exoplanetas en transición
Un reciente reporte que se obtiene de los datos del Hubble encuentra precisamente esto, dos planetas en transición. Desde que fueron detectados fueron clasificado como mini-neptunos; es decir gaseosos muy pequeños para ser gigantes, pero a la vez muy amplios como para ubicarlos dentro de los rocosos.
Pero ahora, según la información encontrada tras los cálculos, estos dos están perdiendo la consistencia gaseosa en sus atmósferas. Algo que podría ser una especie de transición en la que se estarían convirtiendo en “súper Tierras”.
De acuerdo a la reseña que publica Slash Gear estos mundos cuentan con atmósferas gaseosas, pero su núcleo es rocoso. Utilizando también los datos del Observatorio WM Keck se percataron que ambos integran sistemas solares diferentes.
Uno de ellos está orbitando una estrella masiva llamada HD 63433, situada a 73 años luz de distancia. La otra se traslada alrededor de un astro llamado TOI 560, a 103 años luz de separación.
“La mayoría de los astrónomos sospechaban que los mini-Neptunos jóvenes debían tener atmósferas en evaporación. Pero nadie había atrapado uno en el proceso de hacerlo hasta ahora”, dice el autor principal de la investigación, Michael Zhang, estudiante graduado del Instituto Tecnológico de California (Caltech).
“Sería la forma lógica de explicar esta rareza astronómica, añaden. Un gran número de exoplanetas descubiertos están dentro del rango de expansión de “súper Tierras” con un tamaño que supera a nuestro mundo por 1.6. Además, están los “mini neptunos” que son entre dos y cuatro veces el planeta que habitamos.
Este par está entre los comparables con Neptuno, pero con núcleo rocoso y perdiendo gas.
“Un planeta en la brecha de tamaño tendría suficiente atmósfera para aumentar su radio, lo que le permitiría interceptar más radiación estelar y, por lo tanto, permitiría una rápida pérdida de masa. Pero la atmósfera es lo suficientemente delgada como para perderse rápidamente. Es por eso que un planeta no permanecería en la brecha por mucho tiempo”, comentó Zhang.
Para los científicos que analizaron este fenómeno ocurre algo inesperado por el comportamiento del gas alejándose de la atmósfera. Sin embargo, quieren enfocarse en seguir estudiando con el objetivo de encontrar mayores especificaciones.