Los acercamientos de asteroides hacia la atmósfera o superficie de la Tierra son eventos astronómicos normales. Pero eso no quiere decir que las agencias espaciales, como la NASA, no se deban preocupar.
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Hay diferentes misiones desarrolladas por la astrofísica para proteger al mundo de una amenaza como la que sufrieron, en teoría, los dinosaurios. Reconocer el tránsito de los asteroides es el paso número uno con el que se inicia la defensa planetaria de un impacto.
Misiones como DART, para desviar a un cuerpo rocoso moviendo ligeramente su trayectoria, es el paso dos para estar tranquilos de que un evento como el que se desarrolló en el reciente éxito de Netflix, Don’t Look Up, ocurra en la vida real.
A diferencia de lo que pasa en la película, que es más una referencia hacia la pandemia y el tratamiento ambiental exagerándolo con la ficción astronómica, la NASA no tiene una misión para destruir un cuerpo rocoso. Eso, por ahora, es prácticamente imposible. Sin embargo, sí está probando moverlos de su proceso orbital, para así desviarlos de un posible impacto contra la Tierra.
Y para que esto pueda ser ejecutado, es necesario conocer cada uno de los asteroides que acechan nuestras fronteras. Por tal motivo, la NASA especifica a cuatro rocas que en los próximos años podrían estar haciendo acercamientos que la misma agencia considera “potencialmente peligrosos”, según lo reseña CNN en Español.
Próximas visitas de asteroides
El primer asteroide que la NASA coloca en la lista, es uno que alcanzará su máximo punto de acercamiento a la Tierra el próximo año. Se trata de una roca llamada 2022 AE1. Este cuerpo celeste tiene poco tiempo de descubierto. De acuerdo con los motores de búsqueda tradicionales de Internet, se detectó apenas el 6 de enero de este año y tres días más tarde se confirmó su trayectoria.
Con los datos en la mano, los científicos detallaron en un informe que el máximo punto de cercanía de 2022 AE1 será el 4 de julio del 2023. Aunque se considera potencialmente peligroso, las posibilidades son 1 en 1700. Entonces, no habría nada de qué preocuparse. Los expertos seguirán de cerca su recorrido hasta la fecha para detectar cualquier anomalía.
Otro que le sigue es el identificado con el nombre 153814 2001 WN5. De acuerdo con los cálculos realizados por los investigadores, el 26 de junio del 2028, este asteroide estará a menos de una distancia lunar de la Tierra (0.65), es decir, a unos 250 mil kilómetros. Será visible con un par de binoculares.
El más peligroso
De todas las rocas que la NASA, ESA y otras agencias espaciales tienen identificadas, hay una que resalta por ser la más peligrosa. Se trata de 1950 DA. Falta muchísimo para que este asteroide se aproxime a nuestro planeta, pero destaca por ser el cuerpo celeste que mayor posibilidad de impacto tiene contra la Tierra.
Los cálculos realizados por los astrónomos y astrofísicos indican que el inminente impacto se daría el 16 de marzo del año 2880; problema para el futuro, que el presente está intentando de dejar resuelto.
¿Bennu podría impactar?
En el 2021, la NASA viajó hasta Bennu con la misión OSIRIS REx, para buscar muestras de esta roca espacial. La idea es analizar los elementos presentes en su roca para obtener información de los bordes de nuestro sistema solar, por donde se calcula que este asteroide ha pasado.
Pero los cálculos sobre este reconocido asteroide indican que las probabilidades de impacto son de 0,037% para el 24 de septiembre del año 2182.