“Houston, tenemos un problema”: es la icónica (y errónea) frase que se utiliza para reportar alguna eventualidad por parte de los científicos en misiones espaciales de la NASA. Y este que detallamos a continuación sí que es un problemón, pero no se debe informar a la región texana estadounidense, sino directamente a California, donde se encuentra el Laboratorio de Propulsión a Chorro JPL, encargado de monitorear la actividad del rover Perseverance, en Marte.
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El pequeño vehículo espacial que viajó millones de kilómetros para aterrizar en el planeta rojo, ahora se encuentra recorriendo la superficie marciana. Y sus actuales rutas está sobre una región muy importante, sobre la que se estudia la presencia de agua: el cráter Jezero.
Entonces el vehículo del Perseverance recoge muestras del suelo que en algún momento serán devueltas a la Tierra para posteriores análisis de la historia pasada y lo que se viene en el futuro de Marte. Sin embargo, cuando intentaba recoger un trozo de roca, lamentablemente la muestra del tamaño de un guijarro se atascó y no pudo ser recolectada.
Además, restos rocosos de la superficie de Marte quedaron en medio del tubo, lo que activó los protocolos científicos para solucionar el inconveniente, obviamente, de forma remota. Marte está a unos 215 millones de kilómetros (uno de los puntos más lejanos) y nunca un astronauta ha llegado a esta región de nuestro sistema planetario.
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Por lo tanto, la NASA preparó este sorprendente plan para este tipo de eventualidades y así regresar esta parte del vehículo del Perseverance a su funcionalidad normal.
Destrabar un tubo en Marte
“Recientemente capturé mi sexto núcleo de roca y me encontré con un nuevo desafío. Parece que algunos escombros del tamaño de un guijarro están impidiendo que mi brazo robótico entregue el tubo para sellarlo/almacenarlo”, escribió el equipo del Perseverance en Twitter, según lo reseña Daily Mail.
Una de las primeras consideraciones a tomar en cuenta es que entre Marte y la Tierra no hay una distancia fija. En algunas fechas el planeta rojo se nos acerca hasta unos 50 millones de kilómetros y otras se nos aleja más de 200 millones.
En la actualidad, para mayor reto de la pericia que van a hacer los científicos, Marte está en uno de sus puntos más lejanos. ¿Mala suerte? No, una prueba de fuego para los científicos, que explican que se deben tomar este inconveniente con calma para estudiar minuciosamente cada paso que se va a ejecutar.
El rover cuenta con un mecanismo capaz de desacoplar el brazo robótico en donde se atascaron los escombros. Pero cada mando que se ejecute al vehículo, este va a tardar una semana en realizarlo. Por lo tanto, deben pensar bien lo que van a hacer. Es apenas la sexta vez en la historia que se recolecta una roca en un planeta que no es la Tierra. Y es la primera vez que los restos se atascan.
Entonces, los científicos primero van a realizar el mismo proceso, respetando los tiempos, con emuladores que tienen en la Tierra. De esta manera, cuando den con el proceso exacto, lo ejecutarán en el dispositivo original en Marte.