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El minucioso proceso de 29 días que atravesará el Telescopio Espacial James Webb para funcionar después de su lanzamiento

El Telescopio Espacial James Webb recorrió más de 9.000 kilómetros en barco hasta su punto de lanzamiento, en el noroeste de Sudamérica.

James Webb James Webb. Foto: NASA.

Antes de que finalice el 2021 el Telescopio Espacial James Webb será lanzado hacia el espacio para sustituir al histórico observatorio Hubble. Se trata de uno de los proyectos más ambiciosos de la NASA y sus socios gubernamentales: la ESA (Agencia Espacial Europea) y la CSA (Agencia Espacial Canadiense), para explorar los lugares más recónditos del cosmos.

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No obstante, para lanzar este telescopio espacial hacia la órbita de la Tierra, no se necesita del mismo proceso de envío de carga que ejecutan constantemente hacia la Estación Espacial Internacional. Para el James Webb, debido a que tiene herramientas sumamente delicadas, se deben cumplir procesos extremadamente complejos.

Además, después de que el telescopio espacial esté en órbita, deben pasar unos 29 días en los que se aplicarán una serie de procesos que se deben realizar de manera perfecta. Un solo error en dicho lapso y todo el trabajo se podrá retrasar por semanas o meses, o en el peor de los casos, dañar por completo.

Recorrido de 9.000 kilómetros en barco

Los científicos de las agencias espaciales involucradas enviaron el Telescopio Espacial James Webb en barco desde su punto de fabricación, hasta el punto de lanzamiento en el noreste de Sudamérica, específicamente en la Guayana Francesa, un lugar llamado Centro Espacial de Guayana.

En su llegada, los científicos realizaron pruebas eléctricas y funcionales. Comprobaron la configuración mecánica almacenada para garantizar que la entrega se realizara sin problemas. Posterior a esto una tripulación entrenada con trajes especiales para materiales peligrosos pronto comenzará el proceso de dos semanas de carga de la nave espacial con el combustible de hidracina y el oxidante de tetróxido de nitrógeno que necesitará para impulsar sus propulsores de cohetes para mantener su órbita, reseñó la NASA en su portal.

Después trasladarán el James Webb hacia un edificio de integración de vehículos para levantarlo y montarlo en la parte superior del Ariane 5, el cohete pila donde será lanzado. Allí iniciara un proceso de etiquetado para que los encargados del lanzamiento sepan las partes que tienen que manipular y después lo dejarán prácticamente listo para partir hacia el espacio.

¿Listo... a mirar el universo?

Cualquiera pensaría que después de enviar el telescopio es encenderlo y comenzar a mirar hacia los rincones del universo. Pues no, todavía falta mucho. Después de que el James Webb logre llegar a órbita, atravesará un proceso minucioso de 29 días en los que debe ejecutar mecanismos perfectos para que el observatorio pueda funcionar sin problemas.

La NASA dice en su portal: “Los próximos 29 días (después del lanzamiento) serán emocionantes pero desgarradores. Miles de partes deben funcionar correctamente, en secuencia, para desplegar Webb y ponerlo en su configuración final, todo mientras vuela solo a través de la extensión del espacio, hacia un destino a casi un millón de millas de distancia”.

El primero de los procesos es la separación propia del telescopio del cohete que lo llevará al espacio. Después de que despeguen, la NASA esperará establecer comunicación con el James Webb. Entonces, a partir de este momento tendrá que:

  • Extender su matriz solar.
  • Extender su matriz solar batería para desplegar los paneles y recibir energía para impulsar sistemas eléctricos.
  • Permitir comunicación a alta velocidad para compartir datos óptimos.
  • Activar propulsores para corregir el rumbo y ubicarse en su posición orbital destinada.
  • Extensión del marco de protección solar.
  • Extender una torre desplegable para separar espejos e instrumentos del autobús de la nave espacial.
  • Despliegues de las membranas parasol (ejecuta 107 mecanismos).
  • Despliegue del radiador especial detrás del espejo primario para ayudar a enfriar los instrumentos.
  • Apertura de la óptica del Telescopio Espacial James Webb.
  • Soltura del telescopio para enganchar a un trípode que sostiene el espejo secundario (de los más importantes).
  • Inicio de despliegues y ajustes del resto de los espejos incluyendo el primario

“El día 29, Webb encenderá sus propulsores una vez más para insertarse en su órbita prescrita en el segundo punto de Lagrange, o L2, a casi un millón de millas de la Tierra, concluyendo formalmente la secuencia de despliegue más difícil y compleja jamás intentada en el espacio”.

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