Investigadores del Instituto de Astronomía de la Universidad de Sydney, Australia, descubrieron ondas de radio inusuales, provenientes del centro de la Vía Láctea, descartando que se traten de mensajes por parte de extraterrestres, pero sin saber qué las está causando.
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El grupo de señales fue llamado colectivamente ASKAP J173608.2-321635 por sus coordenadas y por ser descubiertas con el radiotelescopio ASKAP en el desierto de Australia Occidental, a unos 800 kilómetros al norte de la localidad de Perth.
Según los expertos, estas ondas de radio sugieren una nueva clase de objeto estelar. Lo extraño, explica un reporte del Daily Mail, es que la señal parpadea a intervalos irregulares durante semanas seguidas, antes de apagarse repentinamente, algo que no se alinea con ningún objeto espacial conocido.
ASKAP J173608.2-321635 se ha percibido 17 veces en menos de dos años, informaron en el estudio publicado en Astrophysical Journal.
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No de extraterrestres, sí “algo astronómico”
La profesora de la Universidad de Sydney,Tara Murphy, confirmó que durante 2020 y 2021 han estado examinando el cielo con ASKAP “para encontrar nuevos objetos inusuales con un proyecto conocido como Variables y Transitorios Lentos (VAST)”.
“ASKAP J173608.2-321635 fue único en el sentido de que comenzó siendo invisible, se volvió brillante, se desvaneció y luego reapareció. Este comportamiento fue extraordinario”, analiza Murphy.
La profesora le dijo a Daily Mail que las señales no podían provenir de una forma de vida extraterrestre, pero que sí “tienen muchas propiedades que significan que sabemos que deben ser de algo astronómico”.
“La emisión de radio es lo que llamamos banda ancha: cubre un rango muy amplio de frecuencias y esto no podría ser generado por una fuente artificial. Entonces, aunque no sabemos exactamente qué los está causando, estamos seguros de que es una fuente astronómica natural”.
Los astrónomos nunca vieron algo así
El autor principal de la investigación, Ziteng Wang, aseguró en el estudio que “nunca había visto algo así” e indicó que “la propiedad más extraña de esta nueva señal es que tiene una polarización muy alta”.
Wang detalló que tener una polarización muy alta significa que su luz oscila en una sola dirección, pero esa dirección gira con el tiempo. El brillo del objeto también varía drásticamente, en un factor de 100, y la señal se enciende y apaga aparentemente al azar.
“Nunca habíamos visto nada parecido”, insistió.
Al principio, los investigadores pensaban que las ondas de radio eran un púlsar, una estrella de neutrones compacta giratoria altamente magnetizada y que emite llamaradas solares.
“Pero las señales de esta nueva fuente no coinciden con lo que esperamos de este tipo de objetos celestes”, explicó Wang.
El objeto recién encontrado tiene algunos parentescos con una clase emergente de objetos misteriosos conocidos como transitorios de radio del centro galáctico (GCRT), incluido uno denominado “burper cósmico”, oficialmente llamado GCRT J1745−3009.
Como sugiere el nombre, los GCRT son señales de radio intermitentes que se originan cerca del centro galáctico.
Desde noviembre del año pasado, se realizaron observaciones de seguimiento con el telescopio MeerKAT del Observatorio de Radioastronomía de Sudáfrica, que es más sensible que el ASKAP. Gracias al MeerKAT, descubrieron el comportamiento intermitente de la fuente de ondas de radio.
Los esfuerzos futuros pueden contar con la ayuda de un nuevo radiotelescopio, el más grande del mundo, desarrollado por Australia y Sudáfrica: el Square Kilometer Array (SKA), que podrá hacer mapas sensibles del cielo todos los días.
“Esperamos que el poder de este telescopio nos ayude a resolver misterios como este último descubrimiento, pero también abrirá vastas nuevas franjas del cosmos a la exploración en el espectro de radio”, concluyó Murphy.