Científicos expertos alrededor del planeta, que se encargan de estudiar los cuerpos rocosos de nuestro sistema solar han teorizado por años que en los cráteres de Marte anteriormente había agua. Sin embargo, aunque bien sustentadas, sus presunciones no estaban confirmadas. Hasta que el más reciente rover que pasea por la superficie marciana, el Perseverance, ha entregado datos con los que se aprecia que efectivamente, sobre Jezero hubo un lago que estaba alimentado por un río.
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La información está publicada en el portal de la NASA. Las imágenes que los expertos estudiaron fueron las primeras que tomó la nave espacial en su llegada hacia suelo marciano.
Posteriormente a esto fueron virtualmente con el rover hacia una región a la que llaman el Delta, donde se encuentra el cráter Jezero. Allí, en las afueras del hoyo profundo, se encontraron con rocas de más de un metro.
En primer lugar, la presencia de estas rocas, por su tamaño, ya era algo extraño. Por lo tanto, sugieren que llegaron a este lugar por el movimiento fluvial de las aguas, cuando el líquido abundaba en esta región marciana.
El artículo que el equipo científico publica detalla cómo el ciclo hidrológico del lago, por supuesto ahora seco, es más complicado e intrigante de lo que se pensaba originalmente.
“Las imágenes revelan que hace miles de millones de años, cuando Marte tenía una atmósfera lo suficientemente espesa para soportar el agua que fluye a través de su superficie, el delta del río en forma de abanico de Jezero experimentó inundaciones en una etapa tardía que llevaron rocas y escombros desde las tierras altas fuera del cráter”, escribieron en el portal de la NASA.
Vida microbiana
La agencia espacial no solo se sorprende por haber confirmado la presencia de agua en Marte, cuando había una atmósfera más espesa. Además, cree que este lugar es el ideal para recoger muestras de la superficie y así, en una futura misión, devolver hacia la Tierra.
La idea es estudiar los sedimentos de esta parte del suelo marciano y así observar si alguna vez hubo vida microbiana en el planeta rojo. Recordemos que esta misión de la NASA, liderada por el Laboratorio de Propulsión a Chorro, en California (JPL), cuenta con herramientas de observación radiográfica para determinar un diagnóstico inicial.
“Estos resultados también tienen un impacto en la estrategia para la selección de rocas para el muestreo. El material de grano más fino en la parte inferior del delta probablemente contiene nuestra mejor opción para encontrar evidencia de orgánicos y biofirmas. Y los cantos rodados en la parte superior nos permitirán tomar muestras de viejos trozos de rocas de la corteza. Ambos son objetivos principales para el muestreo y el almacenamiento en caché de rocas antes del retorno de la muestra de Marte”, dijo Sanjeev Gupta, científico de Perseverance del Imperial College de Londres y coautor del artículo.