El Universo de Dragon Ball es grande y no ha hecho más que crecer en sus más de 40 años de existencia. Hay tantos personajes, que algunos han tenido que dar un paso al costado en las historias de Akira Toriyama, a pesar de no haber muerto en un combate o de manera natural. Hay otros, como el protagonista de esta reseña, cuyo nombre fue completamente olvidado por su creador, y por consecuencia, Toei Animation solucionó dándole otra identificación.
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Lo más llamativo del caso es que el personaje sigue haciendo apariciones esporádicas en Dragon Ball Super, a pesar de haber sido uno de los nombres principales del primer arco, cuando Goku era un pequeño niño del bosque.
Hablamos de uno de los integrantes del “imperio” de Pilaf. Shu, la tercera pata del trío conformado por el emperador y Mai, realmente no se llama así. Toei Animation le puso ese nombre por descarte, porque cuando le preguntaron a Akira Toriyama como se llamaba, la respuesta fue que no se acordaba, según reseña de MeriStation.
Sin embargo, años después revisando viejos archivos se encontraron con que el verdadero nombre del personaje es Soba.
¿Por qué le pusieron Shu?
El medio antes citado informa que el nombre de Shu de origina en la lógica de identificación de Akira Toriyama, de llamar a los personajes como las comidas, bebidas o ropa interior.
Shu es amigo de Mai y al juntar los nombres de los dos (shu-mai) sale un tipo de empanadas en Japón. Pilaf es un tipo de arroz para completar este plato de personajes que se alzan como los más paródicos de todo Dragon Ball.
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El Emperador Pilaf fue uno de los primeros villanos de Goku en Dragon Ball. Son como una especie de Pinky y Cerebro que están en constante búsqueda de dominar el mundo y alguna torpeza de ellos mismos les arruina los planes.
