Los videojuegos de mundo abierto nos han regalado algunas de las experiencias más épicas y memorables de la historia del gaming. Desde escalar montañas hasta enfrentarse a dragones o sobrevivir en el desierto postapocalíptico, estos juegos nos permiten perder la noción del tiempo mientras exploramos sin restricciones.
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Si alguna vez soñaste con recorrer tierras inexploradas a tu propio ritmo, aquí tienes una selección de títulos que debes jugar al menos una vez.
Un Hyrule sin límites que redefinió el género
Cuando The Legend of Zelda: Breath of the Wild llegó en 2017, cambió por completo la manera en la que entendemos los mundos abiertos. No hay caminos forzados, misiones impuestas ni barreras invisibles: si ves una montaña, puedes escalarla; si ves un valle, puedes planear sobre él.
Cada jugador crea su propia aventura, resolviendo problemas de formas inesperadas gracias a un sistema de físicas increíblemente realista.
El sandbox definitivo de crimen y caos
Si hay un juego que definió la libertad en los videojuegos, ese es Grand Theft Auto: San Andreas. Desde recorrer ciudades llenas de vida hasta meterte en carreras ilegales o incluso convertirte en culturista en el gimnasio, este título ofrecía una cantidad absurda de cosas por hacer.
CJ, Big Smoke y compañía nos dejaron momentos inolvidables, y su mundo sigue siendo uno de los más vibrantes jamás creados.
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Un cazador de monstruos en un mundo lleno de historias
The Witcher 3: Wild Hunt llevó la narrativa de los RPG a otro nivel, con misiones secundarias que, en muchos casos, superaban a la historia principal de otros juegos.
Geralt de Rivia viaja por reinos oscuros repletos de criaturas míticas, conflictos políticos y decisiones morales que realmente afectan el mundo. Es el tipo de juego que puede absorberte durante cientos de horas sin que te des cuenta.
El Salvaje Oeste más vivo que jamás hayas visto
Si Grand Theft Auto nos enseñó lo divertido que es el crimen urbano, Red Dead Redemption 2 hizo lo mismo con el Salvaje Oeste.
Rockstar creó un mundo hiperrealista donde cada detalle importa: desde cómo se desgasta la ropa de tu personaje hasta el hecho de que los NPC tienen rutinas diarias y te recuerdan si hiciste algo en su pueblo.
Arthur Morgan se convirtió en uno de los protagonistas más memorables del gaming, en una historia que te hará reír, llorar y querer volver al viejo oeste una y otra vez.
Un apocalipsis nuclear con decisiones que importan
Si hablamos de RPGs donde puedes hacer prácticamente lo que quieras, Fallout: New Vegas es un claro ganador. En este juego, cada elección tiene consecuencias, y las distintas facciones con las que puedes aliarte o traicionar hacen que cada partida sea única.
Además, el humor negro y la sátira social convierten a este desierto nuclear en uno de los mundos más fascinantes por explorar.
El juego donde tú decides qué construir
Si prefieres la creatividad absoluta, Minecraft es el sandbox definitivo. Sin historia predeterminada ni misiones obligatorias, este título te permite construir desde una cabaña en la playa hasta una réplica a escala de la Torre Eiffel si tienes paciencia.
Ya sea en modo supervivencia o creativo, el único límite es tu imaginación.
El Dark Souls de los mundos abiertos (literalmente)
Cuando Elden Ring llegó en 2022, FromSoftware combinó lo mejor de Dark Souls con la libertad de un mundo abierto. No hay un camino marcado, no hay un NPC insistente diciéndote qué hacer: simplemente te sueltan en un mundo lleno de criaturas monstruosas y te dicen “buena suerte”.
La exploración es clave y la satisfacción de derrotar a un jefe después de 30 intentos no tiene comparación.
Sigilo, estrategia y el sello de Kojima
Metal Gear Solid V: The Phantom Pain nos dio un mundo abierto donde la estrategia lo es todo. Puedes infiltrarte en bases enemigas de mil maneras diferentes, aprovechando el clima, la hora del día y hasta el miedo psicológico de los soldados.
Es el tipo de juego donde las posibilidades son tan amplias que cada misión puede resolverse de maneras completamente inesperadas.
Un mundo melancólico con enemigos colosales
A veces, menos es más, y Shadow of the Colossus lo demuestra con su mundo abierto minimalista. No hay ciudades, no hay NPCs, solo tú y 16 colosos gigantes que debes derrotar.
Cada combate es un rompecabezas donde debes descubrir cómo escalar y atacar a estas enormes criaturas, en una historia que se cuenta con el ambiente más que con las palabras.
El RPG donde puedes hacer literalmente todo
Si algún juego define el concepto de libertad total, ese es The Elder Scrolls V: Skyrim. Puedes ser un guerrero que caza dragones, un mago que se dedica a la alquimia, un ladrón que roba en cada pueblo o simplemente recorrer el mundo sin un objetivo claro.
Con mods y expansiones, Skyrim sigue siendo un juego infinito, con algo nuevo por descubrir en cada partida.
Un género sin límites
Estos juegos han marcado la historia de los mundos abiertos, ofreciendo experiencias que van más allá de simplemente completar misiones. La verdadera magia de estos títulos radica en la libertad de perderse, descubrir secretos ocultos y vivir aventuras únicas.
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Ya sea recorriendo Hyrule, sobreviviendo en el desierto nuclear o cabalgando por el viejo oeste, estos juegos te aseguran momentos inolvidables.