Un equipo de científicos que trabajaban en un yacimiento arqueológico, en la provincia de Shanxi, en China, encontraron verdaderas reliquias en una cueva, que se estima que tiene alrededor de 1.500 años de antigüedad. Dentro de la estructura hallaron artefactos pertenecientes a las dinastías Sui y Tang, entre los que resaltan estatuas de Buda talladas con mucha precisión.
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Lo primero que revela este hallazgo es el arraigo cultural y religioso del budismo con la provincia de Shanxi, que hoy por hoy es la que tiene más templos de este culto en China. Habían tres estatuas de Buda talladas en las mismas paredes de la cueva.
Las estatuas sobresalen de la estructura, pero están adheridas, por lo que los científicos idean un plan para retirarlas, ya que las condiciones de la cueva no son estables y se podría derrumbar. Quieren preservar los artefactos históricos.
De acuerdo con una reseña de La República, basada en un informe de la televisora asiática CCTV, la cueva tiene medidas de 8.2 metros de largo, 4.26 de alto y 1.63 metros de profundidad. Además de las estatuas de Buda mencionadas, hay figuras menores en las paredes laterales.
“Los nichos de Buda en esta cueva muestran detalles sorprendentes, especialmente en las figuras de bodhisattvas y devas voladores”, dijo Pei Jingrong, arqueólogo de la Oficina Municipal de Reliquias Culturales de Taiyuan, ciudad específica en donde fue encontrada la cueva.
¿Qué pasa si se derrumba?
Sacar las estatuas es fundamental, para poder preservar una reliquia de este calibre. Sin embargo, los científicos ya realizaron escaneos 3D para poder registrar de manera digital cada detalle de las inscripciones de las paredes, y estudiarlas de manera virtual.