La transformación de Vegeta en Super Saiyajin 3, en Dragon Ball Daima, sigue generando intensos debates en las redes sociales. Los fanáticos más ortodoxos de la serie, se preguntan cómo es posible que haya conseguido este modo, en una cronología que precede a lo ocurrido en Dragon Ball Super.
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Las historias de Dragon Ball Daima se ubican justamente un par de meses después de la batalla contra Majin Buu. En la cronología, esto es antes de la aparición de Bills, Dios de la Destrucción, y todo lo que esto conlleva.
Este inicio de Dragon Ball Super tiene una pelea entre Vegeta y Bills, después de que el príncipe saiyajin enloqueciera de ira, debido a que el Dios de la Destrucción maltrata a Bulma.
¿Por qué no se transformó en Super Saiyajin 3 en esta situación? Es lo que muchos se preguntan y el argumento principal para decir que la transformación de Daima rompe con el canon de la serie.
La verdad detrás de la transformación de Vegeta
La realidad es que lo que vemos en Dragon Ball Daima es tan solo el inicio de Vegeta logrando esa transformación, ya que apenas pasaron unas semanas desde la batalla de Buu.
Entonces, realmente el príncipe está experimentando esas primeras sensaciones del Super Saiyajin 3, antes de darse cuenta que la transformación ofrece más desventajas que beneficios.
El Super Saiyajin 3 consume demasiada energía y cuando se enfrenta a un rival de fuerzas similares, no sirve de mucho, ya que rápidamente el usuario se queda sin fuerzas para seguir, que es lo que vemos en la corta pelea entre Vegeta y el Dios de la destrucción.
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En cambio, cuando vamos a la batalla entre Vegeta y el Tamagami, es notorio que el príncipe es más fuerte, por lo que acude a dicha transformación para liquidar rápidamente a su rival.
Dragon Ball Daima parece caminar por una cornisa en la que, ante cualquier duda, la lanzan hacia los tiburones. Ocurrió con la presentación de Rymus, la nueva deidad de los Universos, y ahora pasa lo mismo con Vegeta Super Saiyajin 3.
