¿Hasta dónde puedes llegar en Balatro después de superar las primeras ocho apuestas y sumergirte en el temido modo infinito? Seguro que te lo has preguntado al menos una vez, mientras apretabas los dientes tratando de sobrevivir a ese último turno imposible. Ahora bien, ¿te has preguntado qué pasa cuando alcanzas la apuesta 16, o incluso 39, donde el juego literalmente decide rendirse y explotar en una tormenta de fallos y cartas en blanco?
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No te preocupes, alguien ya lo ha averiguado por ti.
El streamer Nandre, claramente con tiempo libre y nervios de acero, ha demostrado que puedes llegar tan lejos en Balatro que el juego simplemente… colapsa. Y aquí está la joya del asunto: una vez que llegas al valor de apuesta 39, el sistema no sabe qué hacer con los números.
En lugar de calcular tu puntuación, el juego se topa con el límite de lo que puede procesar (1.8e308, el número más alto que puede registrar el código). Al intentar superar ese límite, el juego muestra un honesto “nan” (programadores, este es su momento de gloria: significa “no es un número”) y se va al garete.
La pregunta es: ¿ganaste o perdiste? Técnicamente ganaste porque, bueno, el juego decidió que ya no podía contigo. Es como obligar a un contrincante a retirarse porque simplemente no puede seguir. Y, por supuesto, este glorioso momento de “victoria apocalíptica” le valió a Nandre el reconocimiento en los Game Awards 2024 como héroe del caos de los roguelikes.
Bienvenido al club de los juegos que se rinden ante los números
Este desmadre numérico coloca a Balatro junto a un selecto grupo de juegos legendarios que colapsan bajo la presión de los números. ¿Recuerdas Tetris? Sí, ese clásico arcade que todos amamos y que eventualmente se convierte en un caos incontrolable cuando los tetriminos caen más rápido que el café de la mañana.
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Resulta que Balatro sigue los pasos de este tipo de juegos que no tienen un “final” real en sus modos infinitos, pero que eventualmente se rompen de formas gloriosas.
De hecho, el Campeonato Mundial de Tetris Clásico incluso celebra estos momentos. Los jugadores llegan a un punto en el que el juego se niega a seguir funcionando y simplemente colapsa. Lo que nos lleva a la gran pregunta: ¿es hora de que Balatro tenga su propio campeonato? Imagínate: todos los jugadores enfrentándose en igualdad de condiciones, tratando de empujar al juego hasta su límite absoluto.
¿Qué tan alto puedes llegar? Spoiler: hasta que el universo implosione
Entonces, ¿podrías superar el desastre de Ante 39 y llevar Balatro a números aún más altos? Claro que sí. Solo necesitas modificar el código del juego para que pueda procesar números enteros absurdamente grandes. Pero, seamos realistas, ¿por qué arruinar la magia? Lo divertido de Balatro es que incluso su colapso es un espectáculo para contemplar, un testimonio de que a veces simplemente puedes ser demasiado bueno.
Por otro lado, es cosas de pensar en las “consecuencias absurdas” de modificarlo: cartas que desaparecen del mazo, apuestas que involucran decimales imaginarios, y quién sabe qué más. Sería un caos glorioso… pero probablemente dejaría tu ordenador llorando en posición fetal.
Y mientras tanto… ¿Balatro: el live-action es real?
Mientras procesamos el hecho de que este juego puede literalmente rendirse ante tu habilidad (o tu terquedad), no olvides que Balatro también ha estado jugando en otro frente: las tomas descartadas de su tráiler live-action son todo lo que necesitabas y más. Imagínate acción absurda, drama innecesario, y cartas que cobran vida de formas que probablemente desafían la física y la lógica.
Rompiste el juego? Felicidades, eres un campeón
Al final del día, Balatro no es solo un juego. Es un campo de batalla donde incluso las matemáticas tienen un límite y tú puedes salir victorioso simplemente llevándolo al colapso. Así que si alguna vez logras llegar a ese glorioso Ante 39, siéntete orgulloso: no solo ganaste, humillaste a las leyes del código.
Ahora, la verdadera pregunta es: ¿qué sigue para Balatro? ¿Un parche? ¿Un campeonato oficial? ¿O simplemente más caos glorioso? Por ahora, apuntemos nuestras miras hacia ese live-action y sigamos disfrutando de este loco viaje. ¿Quién necesita números que tengan sentido de todos modos?
