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El capítulo de Dragon Ball en el que se recrean los horrores de la guerra

La Patrulla Roja representó un punto de inflexión en la serie.

Goku primer traje El olvidado capítulo de Dragon Ball en el que se recrean los horrores de la guerra

Dragon Ball nos tiene acostumbrados a sus épicas batallas y momentos de humor absurdo, pero de vez en cuando, la serie pisa terrenos más oscuros y emocionales. El episodio 35, titulado “Suno, la chica del norte” en Latinoamérica, nos muestra un lado más sombrío de la historia, con la Patrulla Roja desatando su poder destructivo en un pequeño pueblo nevado.

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Es una mezcla de momentos adorables, gags visuales y una buena dosis de terror militar. Vamos a analizar por qué este episodio, aunque no es el más famoso, deja una huella importante en la saga de Goku.

Suno: la nueva amiga que todos queremos tener

Todo comienza cuando Goku, siempre en busca de aventuras, llega a un gélido pueblito llamado Jingle Village. Allí conoce a Suno, una chica sencilla, amable y tremendamente valiente, que rápidamente se convierte en su aliada. Suno no tiene las locas habilidades científicas de Bulma, ni las técnicas de lucha de Yamcha, pero su empatía y dulzura aportan algo diferente: una humanidad que pocas veces vemos en Dragon Ball.

Suno también nos regala un pequeño respiro visual en un episodio lleno de tensión. Su casa, adornada con muñecos de nieve y pequeños detalles encantadores, refleja su capacidad de encontrar belleza incluso en las circunstancias más duras. Ah, y no podemos olvidar a Goku en su vestimenta invernal: verlo temblar y convertirse en un ángel de nieve viviente es uno de esos momentos de humor que alivian la carga emocional del episodio.

El Ejército de la Cinta Roja: el villano que no tiene límites

Si creías que el Ejército de la Patrulla Roja era solo un grupo de malos caricaturescos, este episodio te hará cambiar de opinión. Aquí los vemos en su faceta más perturbadora, invadiendo el hogar de Suno y su madre como si fuera suyo. Hay un momento en particular donde los soldados se sirven un poco del guiso familiar como si estuvieran en un buffet libre.

Es un detalle pequeño, pero lo suficientemente escalofriante como para ilustrar su desprecio por cualquier noción de humanidad.

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La escena de Goku escondiéndose mientras los soldados asaltan la casa tiene una tensión palpable. Sabemos que nuestro pequeño héroe podría acabar con ellos en un abrir y cerrar de ojos, pero ese es el punto: no todos tienen la suerte de tener a Goku de su lado. Es un recordatorio sombrío de que el Ejército de la Patrulla Roja no solo representa un desafío para Goku, sino una amenaza real para las personas comunes y corrientes.

Y no podemos pasar por alto el hecho de que el líder de esta operación, el General White, es un villano tan tranquilo como despiadado. Con un whisky en la mano y una mirada de superioridad, es el perfecto contrapunto al entusiasmo ingenuo de Goku. Sabemos que un enfrentamiento entre ellos está en camino, y este episodio se asegura de que tengamos muchas razones para desear que Goku lo derrote.

Un episodio que mezcla lo adorable con lo aterrador

Una de las cosas que hace que este episodio destaque es su capacidad para balancear tonos completamente opuestos. Por un lado, tenemos momentos adorables como Goku con su ropa de invierno o la acogedora casa de Suno. Por otro, están las imágenes impactantes de la destrucción causada por el Ejército de la Patrulla Roja.

Ver cómo los soldados destrozan el baño de Suno hasta dejarlo en ruinas, mientras ella tiembla de miedo, es un recordatorio brutal de las consecuencias de la guerra. El episodio incluso insinúa una posibilidad sombría: ¿qué pasaría si Goku regresara después de derrotar a Muscle Tower, solo para encontrar a Suno y su madre asesinadas? Es un pensamiento inquietante que subraya lo que está en juego.

Goku: el rayo de esperanza en medio de la oscuridad

Como siempre, Goku es el rayo de luz en medio de la tormenta. A pesar de lo desolador de la situación, su entusiasmo y valentía no disminuyen. Incluso cuando se enfrenta a soldados armados con metralletas, Goku no retrocede. Su capacidad para transformar cualquier situación oscura en una oportunidad para la esperanza es lo que lo convierte en un héroe tan querido.

Además, no podemos olvidar el toque de humor que Goku aporta. Su comportamiento juguetón contrasta con la seriedad de los soldados de la Cinta Roja, creando un equilibrio que impide que el episodio se sienta demasiado sombrío. Es Goku en su máxima expresión: un niño inocente con el poder de cambiar el mundo.

Un preludio a algo mucho más grande

Este episodio es solo el comienzo de algo mucho más grande. Nos presenta a los villanos, establece el escenario y nos deja con ganas de ver cómo Goku enfrentará los desafíos que se avecinan. La amenaza de la Muscle Tower y el General White se cierne sobre la adelea Jingle y sabemos que Goku está a punto de entrar en una de sus batallas más difíciles hasta ahora.

“Suno, la chica del norte” es uno de esos episodios de Dragon Ball que combina todo lo que amamos de la serie: momentos adorables, acción emocionante y un trasfondo emocional que nos recuerda por qué seguimos viendo las aventuras de Goku después de tantos años. Es una historia que nos muestra las verdaderas consecuencias del poder descontrolado, pero también nos da esperanza a través del heroísmo de Goku y la amabilidad de personajes como Suno.

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