Dragon Ball se estrenó como manga en 1984 y poco tiempo después fue llevado al anime. Las aventuras de Goku se volvieron tan famosas, que rápidamente se instalaron a nivel internacional, siendo un fenómeno de época durante los años 90.
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Sin embargo, la serie llegó a una encrucijada importante, cuando se apareció el momento de contar la historia de Goku adulto. El joven guerrero, al que habíamos visto enfrentar toda clase de peligros ahora se había casado y Akira Toriyama necesitaba seguir conectando con los más pequeños de casa, sin dejar de lado al protagonista.
Así nació la idea de darle un hijo, pero faltaba un nombre, debido a que se trataba de la segunda parte del anime (el manga nunca cambió de nombre hasta Dragon Ball Super).
Es por eso que varios títulos pasaron por la mente del mangaka japonés, antes de terminar con el nombre que terminamos conociendo la mejor parte de la serie.
Antes de Dragon Ball, Akira Toriyama pensó en poner estos nombres: New Dragon Ball, Dragon Ball 90, Dragon Ball: Wonder Boy o Dragon Ball: Gohan’s Big Adventure, reseña Sensa Cine.
Afortunadamente ninguno gustó en el seno de Toei Animation, que era quien producía el anime en aquel entonces.
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¿Cómo nació Dragon Ball Z?
Pero no es que Dragon Ball Z nació como una iniciativa para identificar a la generación Z. Tampoco tiene nada que ver con que es la última letra del abecedario y Akira Toriyama quería terminar con esto la serie, eso no es cierto.
La realidad de todo es que mientras se buscaba un nombre, en los bocetos estaba escrito Dragon Ball 2 y uno de los diseñadores confundió el número 2 con una Z.
Hiso un diseño que a todos les encantó y fue así como nació Dragon Ball Z.
