La evolución de las consolas de videojuegos va de la mano con el avance de la tecnología. Los controles (o mandos) crecen en cuanto a características y diseños ergonómicos, que se adecúan al tamaño de las manos de los usuarios, para un mejor manejo, manipulación y desempeño en los diferentes desarrollos.
Xbox, PlayStation, Nintendo y otro gran puñado de empresas que se dedican a los videojuegos, han desarrollado controles en los que la palabra análogo prácticamente ha dejado de existir. La idea de las compañías es eliminar a toda costas, el todavía existente Drift.
Para eso han desarrollado un mecanismo científico que existe hace 35 años, aproximadamente, el Efecto Hall. Se trata de la solución más eficaz encontrada hasta ahora, y que comienza a ser aplicada en diferentes proyectos de la industria de los videojuegos.
Hablemos primero del Efecto Hall. Descubierto en 1879 por el físico Edwin Hall, este método se basa en la reacción de los electrones al exponerse a un campo magnético. Cuando una corriente fluye en un conductor sometido a un campo magnético perpendicular, se genera una pequeña tensión que permite detectar cambios de posición.
Un artículo de 3D Juegos, indica que esta tecnología permite que los sensores en los joysticks detecten movimientos sin necesidad de contacto físico entre piezas, eliminando el desgaste mecánico que provoca el drift en mandos tradicionales.
El Efecto Hall prolifera en la industria de los videojuegos
Diferentes fabricantes de controles comienzan a integrar sensores de Efecto Hall en modelos populares como el GameSir G7 SE (Xbox) y el GameSir T4 Kaleid, que se destacan por su durabilidad y precisión, reseña Hard Zone.
Algunas consolas portátiles, como la AYANEO Pocket AIR y la Lenovo Legion Go también incorporaron la tecnología en sus controles. Con esto ofrecen una experiencia de juego sin interrupciones.
Los mandos con sensores de Efecto Hall ofrecen ventajas notables: al no depender de potenciómetros mecánicos, no solo evitan el desgaste, sino que también logran una respuesta de movimiento mucho más fluida, lo cual es fundamental para juegos de alta precisión, como los de disparos o deportes.
