Si bien ha sido un año con pocos lanzamientos de videojuegos en comparación con el año anterior, el mundo del gaming ha sido testigo de un gran caso de éxito como lo fue Black Myth: Wukong, el cual a pesar de contar con un presupuesto de desarrollo notablemente bajo en comparación con otras grandes producciones, ha generado ingresos multimillonarios, y por si fuera poco, desde ya es considerado como uno de los candidatos a juego del año.
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Cuadno la pasión por los videojuegos le gana al dinero
Según un reciente informe fiscal, el costo total de desarrollo de Black Myth: Wukong se estima en unos 42,3 millones de dólares, una contrasta totalmente ante los gigantes presupuestos de otros títulos como Concord, quien vivió una realidad totalmente distinta y ha sido catalogado como el fallido proyecto de PlayStation al que a pesar de invertirle cerca de 400 millones de dólares, terminó fracasando. Presupuestos invertidos así como su éxito: mientras Concord cerró sus puertas tras un fracaso en ventas, Black Myth: Wukong ha logrado recaudar más de 852 millones de dólares, según datos de VG Insights.
Este contraste entre éxito y fracaso pone en gran duda la creencia generalizada de que un presupuesto elevado es sinónimo de éxito en la industria de los videojuegos. Black Myth: Wukong demuestra que con un diseño creativo, una ejecución sólida y una buena dosis de pasión y conocimiento de videojuegos, es posible alcanzar el éxito.
La polémica no ha parado ahí, pues a pesar de su éxito, Black Myth: Wukong fue excluído d los recientes Golden Joystick Awards ha generado un gran revuelo entre los jugadores, quienes consideran que este título merecía una nominación al Juego del Año. Muchos han expresado su descontento en redes sociales, especulando sobre posibles motivos políticos o culturales detrás de esta decisión y cuestionando la transparencia de los procesos de selección de estos premios.
La historia creada por la joven desarrolladora Game Science, es un claro ejemplo de cómo la industria de los videojuegos está cambiando. Los jugadores están cada vez más dispuestos a apoyar proyectos innovadores y originales, independientemente de su procedencia o presupuesto. Este éxito también representa un hito importante para la industria de los videojuegos en China, demostrando que los desarrolladores de este país son capaces de crear títulos de alta calidad que compiten a nivel mundial.
