Estamos en la era en la que las máquinas amenazan prácticamente cualquier trabajo que estén haciendo los humanos. Se pensaban que el único reemplazo iba a ser en las tareas automatizadas, como las contables, administrativas o de servicios al cliente, por nombrar algunas. Pero la aparición de Yakebot, el primer robot odontólogo de la historia, nos hace pensar muchas cosas.
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El robot dentista es una obra maestra de ingeniería, desarrollada por la empresa Yakebot Technology, con sede en Beijing. El CEO de esta compañía, es el mismo fundador, Wang Liffeng.
De acuerdo con un artículo de 20 Bits, el robot fue presentado en la la 53.ª edición de Congreso Anual de la Sociedad Española de Prótesis Estomatológica y Estética (SEPES) celebrada en Sevilla. Llegó a tierras ibéricas gracias al Máster Universitario en Odontología Restauradora basada en las nuevas tecnologías de la Universidad Complutense de Madrid.
El profesor de este máster, Pablño Xing, dice que “Yakebot no sustituye al doctor”, una afirmación difícil de creer cuando vemos las funciones que ejecuta esta máquina.
Entre otras cosas, Yakebot puede realizar una cirugía periapical. Se trata de un procedimiento clínico que consiste drenar o extraer los núcleos de infecciones situados en el espacio de los huesos maxilares que contiene los dientes en formación.
Hace este trabajo con la misma eficacia que un odontólogo o hasta mejor, ya que según Pablo Xing, “elimina muchos problemas, sobre todo a nivel de vibraciones en las manos”.
Al ser un robot, Yakebot puede trabajar de manera más rápida y eficiente que un humano, lo que podría reducir los tiempos de espera para los pacientes, explican los desarrolladores de este sistema.
Explican que siempre que el Yakebot trabaje tiene que haber un médico supervisando, pero con el rápido avance de las tecnologías, esto parece el reemplazo definitivo de los odontólogos.