Dragon Ball Daima estrenó su primer episodio este viernes 11 de octubre, con una gran aceptación de parte del público que es fanático de la obra de Akira Toriyama. El lanzamiento de un nuevo anime, tras seis años alejados de las pantallas chicas del mundo, marca el regreso de Goku, que aparece para enfrentar una naciente amenaza que viene de parte de la famosa familia del mal.
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Los tres villanos son nuevos, pero el lugar de donde vienen no. El rey Gomah, Degesu y Arinsu (éstos dos últimos hermanos del Supremo Kaiosama) vienen de una parte de nuestra realidad llamada reino demoniado (Daima), sitio de origen de Dabura, los magos Babidi y Bibidi, Garlic Jr y hasta Piccolo, ya que los namekianos nacieron también de la familia del mal (aunque sabemos que hay buenos).
Más allá de los nuevos villanos, el éxito de este estreno de Dragon Ball Daima yace en que soluciona un montón de problemas y errores en los que se había metido Dragon Ball Super.
El primero es la catástrofe de la animación. Si recordamos el primer episodio de Dragon Ball Super, o el inicio de “La Batalla de los Dioses”, recordamos a un Goku que tenía un rostro de cualquier cosa, menos de saiyajin o personaje tradicional de Dragon Ball, tal y como se muestra en nuestra imagen de portada.
Para solucionar este inconveniente, Toei Animation trajo de vuelta al histórico Yoshitaka Yashima, animador histórico de la franquicia en sus mejores años.
Argumentos fallidos y mucha nostalgia
Una de las cosas que nadie entendió de Dragon Ball Super, fue la separación de Kibito y el Supremo Kaiosama que se habían fusionado con Aros Pothala. Se había dicho que fue por un deseo pedido a las Esferas del Dragón, pero los Kaioshin son deidades superiores a Shenlong, entonces eso no tenía mucho sentido.
Dragon Ball Daima lo explicó con muchísima más lógica. Recordaron lo que ocurrió en el arco de Majin Buu, cuando el villano absorbió Gogeta y expulsó a Goku y a Vegeta. Dijeron que el cuerpo de Buu tiene unos gases que anulan la unión; Kibito y el Supremo Kaiosama lo probaron y así volvieron a sus formas naturales.
Otro de los grandes éxitos de este primer episodio de Dragon Ball Daima, fue que iniciaron contando la historia sin prisas. Dieron un espacio para hacer un resumen de la historia de los Guerreros Z, presentaron a los villanos, con todo y sus personalidades, y ahora dejarán que las aventuras fluyan con calma hasta el final.