Puede parecer demasiado pero recientemente se desató una polémica en torno al emoji de la pistola, misma que no es nueva e incluso data desde 2015 cuando se hizo el cambio en el emoticon. Tras años de haber sido cambiado por una versión de juguete en la ahora antigua red social de Twitter, este símbolo recuperó su aspecto original gracias a una decisión de Elon Musk. El magnate sudafricano, dueño de la plataforma X (antes Twitter), justifica este cambio como una forma de combatir lo que él denomina el “virus woke”, una tendencia que, según Musk, busca infantilizar el discurso público y limitar la libertad de expresión.
PUBLICIDAD
Gracias al triste historial de ataques es que la decisión de restaurar el emoji de la pistola ha generado un intenso debate en Estados Unidos, país donde el tema del control de armas es particularmente sensible. Algunos críticos de Elon Musk argumentan que el regresar el emoji a la forma original del arma fomenta la violencia y normaliza el uso de armas de fuego, mientras que sus defensores celebran este paso como una victoria de la libertad de expresión frente a la corrección política.
Cabe destacar que con este nuevo cambio, Elon Musk continúa demostrando su voluntad de desafiar las convenciones establecidas en el mundo de la tecnología, acción que no para de hacer desde que adquirió la ahora red X. El multimillonario ha implementado una serie de medidas controvertidas, como la destitución de ejecutivos, la flexibilización de las políticas de moderación de contenidos y la reestructuración de la plataforma. Estas acciones han transformado radicalmente a Twitter y la han convertido en un campo de batalla cultural.
Este es solo un ejemplo más de la estrategia que viene siendo clara por Musk desde hace unos años. Es decir, utilizar Twitter como una plataforma para expresar sus opiniones y promover sus ideas. El magnate sudafricano ha demostrado en numerosas ocasiones que no tiene miedo a la polémica y que está dispuesto a utilizar su influencia para marcar la agenda pública. Sin embargo, las implicaciones de estas acciones van más allá del mundo de las redes sociales y podrían tener un impacto significativo en la sociedad en su conjunto.
