Un equipo de arqueólogos en China se metieron en las profundidades de un pozo antiguo, del que se cree que llevaba más de 1.700 años cerrado. Lo que encontraron fue un verdadero tesoro para el conocimiento de la cultura milenaria del gigante asiático y la humanidad en general.
El operativo para ingresar en este pozo lo montaron expertos del Instituto de Arqueología de la Academia China de Ciencias Sociales y la Red de Arqueología. Se hizo en las ruinas de la antigua ciudad de Dutou. Lo primero que hicieron fue medir la profundidad del hoy, por medio de un análisis aéreo con drones.
Encontraron que hay 12 metros de profundidad, se aseguraron que todos los sistemas de seguridad estaban listos para los arqueólogos que se iban a sumergir en esta aventura, que se llevó a cabo en enero de este 2024. La Vanguardia reseña que tardaron alrededor de tres días de expediciones para finalmente encontrar un tesoro arqueológico que explica las formas de comunicarse de las antiguas civilizaciones de nuestro planeta.
El tesoro de los pozos de China
Los arqueólogos hallaron tiras de madera o de bambú con palabras escritas en chino básico, lo que en primer lugar determina la antigüedad del dialecto y el idioma que se usa en el gigante de Asia.
Además, la cantidad de tiras que encontraron, alrededor de 10 mil tiras que cada una tenía una inscripción única y distinta a la otra, dejó en shock a los arqueólogos.
“Las tiras, típicamente hechas de madera o bambú, sirvieron como medio principal para escribir entre los antiguos chinos antes de la invención y popularización del papel”, dijeron los responsables de la investigación.
“La gente escribía sus nombres, títulos honoríficos y lugares nativos en la madera para socializar. A menudo escribían sus propios nombres de forma artística. Así que estas tiras no eran solo para uso práctico, sino también como una forma de apreciar la caligrafía de cada uno”, añadieron para explicar el contexto el hallazgo.