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El único deseo que Shenlong y las Esferas del Dragón no nos puede cumplir: Hasta siempre Sensei Toriyama [FW OPINION]

Akira Toriyama, creador de Dragon Ball partió hacia el templo de Enmadaiosama el 1 de marzo y en FayerWayer le hacemos un homenaje a su legado.

Un invitado más que especial ha llegado al templo de Enmadaiosama. Akira Toriyama (1955-2024) de la mano de Kamisama dijo su nombre y de inmediato las puertas del más allá se abrieron. Dio un par de pasos y seguramente comenzó a andar por el Camino de la Serpiente para reencontrarse con Kaiosama. El mundo de Dragon Ball, el manga y el animé en general estamos de luto con la partida física del ilustrador más importante de los últimos 40 años y quizás de la historia.

Es por eso que en FayerWayer nos reunimos para rendirle homenaje a quien en vida fue, no sólo el creador de Dragon Ball, sino el encargado de hacer feliz a tres generaciones diferentes y contando. Akira Toriyama deja un legado invaluable que se aprecia en las reacciones mundiales que provocó la noticia de su muerte, el 1 de marzo de este 2024.

Nos gustaría ir a la Corporación Cápsula para encontrarnos con Bulma y pedirle el Radar del Dragón. Sería increíble que Goku nos acompañara y que nos preste la Nube Voladora para poder seguirle el paso.

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Pero si nos trazamos la meta de salir por el mundo a buscar las siete Esferas del Dragón, el viaje sería en vano: Shenlong no nos podría cumplir el deseo de traerlo de vuelta a la vida por dos motivos.

El primero es que Akira Toriyama es un Dios para Shenlong, ya que al crearlo desde su inagotable imaginación, está por encima en las escalas celestiales. Y si fuera el caso que Dendé, Kamisama y el Gran Patriarca se unieran para crear unas Esferas del Dragón más poderosas que nunca, ningún dragón nos lo podría traer de vuelta porque el deceso del Sensei fue por causas naturales.

Sólo nos quedaría como opción esperar que aparezca Trunks del Futuro con su Máquina del Tiempo, y un antídoto que logre salvar la vida del Maestro Toriyama. Sin embargo, nos da un poco de miedo que el curso natural de las cosas cambie en nuestro universo, por haber alterado la línea temporal.

Entonces, es mejor aceptar su partida física. Hay que levantar las manos para armar una gigantesca Genkidama y mandar energías positivas a quienes se sientan afligidos por la muerte de Akira Toriyama. Su legado es demasiado grande y no se va a quedar en el olvido.

Dragon Ball, Dragon Ball Z y Dragon Ball Super siempre van a estar allí para acompañarnos en los momentos que más los necesitemos.

La batalla de Goku contra Tao Pai Pai, el Torneo de las Artes Marciales que ganó Tenshinham, la primera transformación de Goku en Super Saiyajin, la explosión de poder de Gohan, la redención de Vegeta y la inteligencia de Bulma son tesoros que cualquier fanático de Dragon Ball tiene en lo más profundo de su corazón.

Recuerden que, antes de partir, Akira Toriyama nos dejó una última función para disfrutar: Dragon Ball Daima. Será el baile de cierre del sensei y quizás el paso de mando definitivo a Toyotaro, de quien esperamos que sepa soportar el peso que la historia le demanda y nos siga regalando Dragon Ball por mucho tiempo.

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Gracias y hasta siempre, maestro Akira Toriyama.

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