Mantener actualizado nuestro sistema operativo Windows es crucial para recibir nuevas funcionalidades y cerrar posibles brechas de seguridad. Sin embargo, el proceso de actualización puede ser tedioso y lento, interrumpiendo nuestro flujo de trabajo y causando preocupación por posibles fallos.
Reduciendo los Reinicios
Microsoft está abordando este problema en Windows 11 con una nueva característica que busca reducir la cantidad de reinicios necesarios durante las actualizaciones. En lugar de múltiples reinicios, la empresa planea implementar el “hotpatching”, una tecnología que permite aplicar actualizaciones sin reiniciar el sistema.
El “hotpatching” no es una tecnología nueva y ya se utiliza en las máquinas virtuales de Azure. Básicamente, permite que el sistema descargue y aplique una actualización sin requerir un reinicio completo del ordenador.
Implementación Futura
Actualmente, esta función está limitada a las máquinas virtuales en servidores de Azure. Sin embargo, Microsoft tiene planes de llevar esta capacidad a los dispositivos que ejecutan Windows 11. Se espera que los dispositivos x86-64 reciban esta actualización a mediados de este año como parte de la actualización de Windows 11 24H2.
Por otro lado, los dispositivos que utilizan Windows en ARM64 pueden esperar esta mejora en 2025.
Con esta innovación, Microsoft busca eliminar el proceso engorroso de instalación de actualizaciones en Windows, proporcionando una experiencia más fluida y menos interrupciones para los usuarios.