Krillin es uno de los personajes más queridos de Dragon Ball y siempre ha llamado la atención por una peculiaridad en su apariencia: los seis puntos en su frente. Estos puntos tienen su origen en la niñez de Krillin cuando vivía en el Monasterio de Duolin y están vinculados a una práctica específica.
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Estos puntos, llamados Jieba, son una marca común entre las tradiciones de los monjes budistas Shaolin, que es un templo ubicado en China. En el contexto de Dragon Ball, estos puntos en la frente de Krillin representan un completo entrenamiento que recibió cuando era niño.
En el budismo Shaolin, la marca se realiza con incienso en forma de círculo y simboliza la finalización del entrenamiento. En la realidad, los monjes Shaolin llevan nueve puntos en la frente, cada conjunto de tres puntos representando un conjunto de votos que deben cumplir como parte de su disciplina budista.
La razón por la cual Krillin solo tiene seis puntos se relaciona con su caracterización en Dragon Ball. El hecho de que le falten tres puntos indica que Krillin no logró cumplir con todos los votos budistas y esto se alinea con su personalidad en dentro de la serie.
Krillin es conocido por ser un personaje algo pervertido y le faltaba disciplina, como se refleja en su incapacidad para eliminar malos pensamientos, cumplir con la cultivación del alma y acumular sabiduría.
A pesar de estos detalles cómicos en su historia, Krillin es un guerrero habilidoso en Dragon Ball, destacando en las artes marciales y demostrando ser un valioso compañero en las intensas batallas que caracterizan a la franquicia.
La combinación de su entrenamiento en el Monasterio de Duolin y su experiencia en combate lo convierten en un personaje único y querido por los fanáticos de Dragon Ball.
