La inteligencia artificial (IA), a pesar de los recientes avances y el entusiasmo generalizado, podría estar al borde de un nuevo “invierno”, según voces expertas que señalan posibles desafíos y riesgos.
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A lo largo de las décadas, la IA ha experimentado ciclos de auge y declive, y algunos expertos temen que el actual entusiasmo pueda llevar a una decepción masiva.
En los “años dorados” de 1956-1974, la IA experimentó un rápido progreso, pero pronto se estancó resolviendo problemas triviales. Actualmente, la tecnología ha captado la atención global, especialmente con avances en la IA generativa.
Sin embargo, algunos expertos expresan preocupaciones por el exceso de “hype”, la sostenibilidad financiera y los problemas técnicos emergentes.
El exceso de expectativas puede llevar a la decepción, ya que usuarios que antes alucinaban con la IA ahora señalan fallos en proyectos actuales. La sostenibilidad financiera también está en duda, ya que muchas startups de IA han recibido inversiones sustanciales sin una rentabilidad clara en el horizonte.
Además, a medida que la IA avanza, los problemas técnicos se vuelven más complejos. La resolución de desafíos como la comprensión del contexto o la interpretación emocional sigue siendo un obstáculo significativo.
Expertos, como Rodney Brooks, prevén un posible “invierno de la IA” debido a las limitaciones de los modelos de lenguaje de gran escala (LLMs), que pueden carecer de la capacidad para evolucionar hacia una verdadera IA general.
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Otra amenaza es la posibilidad de que la actual generación de IA muera de éxito. La IA generativa se entrena con contenido preexistente de humanos, pero podría enfrentarse a problemas si se alimenta predominantemente con su propio contenido, generando resultados impredecibles, especialmente en el ámbito del texto.
En resumen, mientras la IA sigue siendo una fuerza transformadora, los expertos advierten sobre posibles desafíos que podrían llevar a un nuevo “invierno” si no se abordan adecuadamente.
