Elon Musk hoy por hoy es uno de los personajes más controvertidos de la industria de las Tecnologías de la Información, en particular luego de la adquisición de Twitter para convertirlo en el engendro que ahora conocemos como X.
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Pero las cosas no siempre fueron así de turbulentas y torcidas, al contrario, hubo un periodo en el que el magnate parecía tener sueños, ilusiones y un talento natural para una de las mayores pasiones de los miembros de la comunidad nerd y geek: los videojuegos.
Elon Musk, si bien es uno de los empresarios más exitosos del mundo, como co-fundador de Tesla Motors, SpaceX, Neuralink y The Boring Company, entre otras empresas. Hay un pasaje poco conocido de su vida, que sucedió cuando era apenas un adolescente con 12 años de edad.
Ese torcido momento de su juventud temprana donde creó un videojuego y lo terminó vendiendo. Convirtiéndose así en un “pequeño” hombre de negocios.
Elon Musk y su videojuego Blastar: qué la pasó a la creación del millonario
En 1983, Musk tuvo su primera computadora, una Commodore VIC-20, un aparato con tecnología de punta para los estándares de aquella época. De modo que, como sería obvio imaginarlo de inmediato, se interesó por la programación y comenzó a aprender por su cuenta.
El joven autodidacta, con apenas 12 años de edad desarrolló su primer videojuego, llamado Blastar. Se trataba de algo muy sencillo, pero relativamente innovador. El jugador controlaba una nave espacial que debía disparar a cargueros alienígenas. El objetivo del juego era sobrevivir el mayor tiempo posible.
El juego fue un éxito inmediato entre los amigos de Elon. Sin embargo, Musk quería que su creación fuera accesible a un público más amplio en un momento de la historia donde no existía internet.
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Por ello, decidió vender el código fuente de Blastar a la revista PC and Office Technology por sólo USD $500. Una cifra simbólica y relativamente corta, pero que sonaba como una millonada para un joven adolescente.
Fue así que el título se terminó publicando en el año de 1984, convirtiéndose ahora en un clásico de culto que de paso le demostró a Elon que tenía el talento y el potencial para ser un exitoso empresario en el ramo IT.
En 2015 un libro sobre Elon Musk escrito por Ashlee Vance desenterró la historia de Blastar y llamó la atención de Tomás Lloret, un ingeniero de software de Google.
Lloret decidió restaurar el código de Musk y convertirlo en un juego online disponible para que cualquiera pudiera disfrutarlo.
Desde 2016 es posible disfrutar de esta título que, honestamente, no ha envejecido bien.