La adquisición de Activision Blizzard King por parte de Microsoft, la compra más grande en la historia de los videojuegos, ha tenido un impacto significativo en la industria y ha desencadenado una serie de cambios importantes. Uno de los principales perdedores en esta adquisición ha sido Jim Ryan, el CEO de Sony Interactive Entertainment (SIE) y PlayStation... bueno, CEO al menos hasta marzo de 2024.
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La situación se enmarca en una lucha de poder entre PlayStation y Xbox desde el inicio de la actual generación de consolas. Mientras PlayStation bajo el liderazgo de Ryan buscaba un enfoque unificador y global, Xbox, dirigida por Phil Spencer, apostaba por romper barreras de hardware, centrarse en el ecosistema y facilitar el acceso para los jugadores.
Como recuerda LevelUp, la adquisición de Bethesda y Zenimax por parte de Microsoft en 2020 ya había generado inquietudes sobre el futuro de los títulos de Bethesda en las consolas PlayStation. Sin embargo, PlayStation parecía estar en una posición sólida debido al éxito de la consola PlayStation 5 y la buena recepción de los exclusivos de PS5.
Pero todo cambió con la compra de Activision Blizzard King por parte de Microsoft. Esta adquisición planteó desafíos importantes para PlayStation, ya que franquicias cruciales para la marca como Call of Duty pasaron a estar bajo el paraguas de Microsoft. Jim Ryan, en un intento por evitar la adquisición, lideró la oposición a través de los reguladores en Estados Unidos y Reino Unido. Sin embargo, la adquisición finalmente se llevó a cabo.
Una posición incómoda para Play
La compra de Activision por parte de Microsoft dejó a PlayStation en una posición complicada. Se reveló que Call of Duty era una fuente de ingresos vital para la marca, y sin él, los exclusivos de PlayStation podrían estar en peligro desde una perspectiva financiera. Jim Ryan buscó alternativas, como la adquisición de Bungie, para diversificar las fuentes de ingresos y adaptarse a las nuevas tendencias de la industria, como los juegos como servicio.
A pesar de algunos esfuerzos por parte de PlayStation, la adquisición de Activision por Microsoft siguió su curso. Esto marcó el comienzo de una nueva era en la industria de los videojuegos, con Xbox emergiendo como una potencia con un amplio ecosistema de estudios y franquicias.
La partida de Jim Ryan como presidente de SIE se anunció poco después de la adquisición de Activision, un cargo que tendrá hasta marzo de 2024. Aunque se presentó oficialmente como una decisión relacionada con su residencia en un país diferente al de la sede principal de la empresa, el contexto sugiere que la derrota en la lucha por evitar la adquisición fue un factor importante en su renuncia.
Buen trabajo, soldado Ryan. Pero la transacción más importante y mediática en la industria de los videojuegos la hizo Microsoft para Xbox bajo tu mandato en Sony...