Este lunes se conocieron detalles de la querella criminal interpuesta por la plataforma de streaming de Netflix en contra de una sociedad comercial chilena, con sucursal en Meiggs, que vendía disfraces de una de sus series: “El Juego del Calamar”.
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Según informó esta jornada Meganoticias, la demanda fue patrocinada por una firma de abogados chilenos de la compañía estadounidense, quienes buscan en los tribunales nacionales la reparación por el uso indebido de uno de los productos con más visualizaciones dentro del servicio de streaming.
La querella de Netflix
“El recurso acusa a la entidad comerciante -y a todos aquellos que resulten responsables- por el delito de utilización de obra ajena sin autorización, luego de que fuera vinculada con el ingreso de más de 5.000 prendas falsificadas -y avaluadas en más de $24 millones- que detectó el Servicio de Aduanas en el puerto de San Antonio, en la región de Valparaíso”, indica el medio televisivo en su sitio web.
La acción judicial, explicaron los abogados, llegó con posterioridad a la notificación que “a mediados de agosto” le hicieron a la sociedad comercial Fiestamanía, la acusada de importar los disfraces, por hacer un uso indebido de la marca propiedad de Netflix.
“Se les notificó de la suspensión del despacho de 5.376 unidades de disfraces imitativos del vestuario del programa de mi representada ‘El Juego del Calamar’, distribuidas en 160 cajas y con un valor aduanero equivalente a $24.427.101″, indicaron en la querella a la que tuvo acceso Meganoticias.
“Dichos productos no son más que una imitación de los originales de mi mandante Netflix Studios, y sobre cuya marca comercial ostenta el uso exclusivo y excluyente (...) estos disfraces carecen de autorización alguna por parte de la plataforma de streaming”, complementó el noticiario de Mega.
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“Nos encontramos en otro de los tantos casos en los cuales comerciantes poco escrupulosos, de manera flagrante (...) comercializan productos falsificados con la pretensión de imitar y aprovecharse de los característicos y prestigiosos signos de mi mandante, infringiendo con ello los derechos exclusivos que la ley chilena reconoce a mi representada”, prosigue el escrito presentado por los abogados de la firma, quienes aseguraron que Netflix “no sólo está siendo víctima de una infracción comercial”, sino que este comercio “engaña al consumidor y la sociedad” con productos que llaman a la confusión de los originales.
“Toda vez que la comercialización de productos falsos o ‘piratas’ afectan el legítimo comercio, con consecuencias nefastas en el empleo, en el sistema tributario y, en definitiva, en la legítima confianza sobre la que deben estructurarse las relaciones sociales y jurídicas”, finalizan.
