El choque legal entre Microsoft y la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos por su propuesta para comprar Activision Blizzard ha destapado algunos secretos importantes. Uno de ellos es que la empresa fundada por Bill Gates pensó en comprar Sega y Bungie para impulsar Xbox Game Pass en 2020.
La revelación fue realizada por The Verge, que publicó un correo electrónico de Phil Spencer, jefe de Xbox, de ese año.
“Creemos que Sega ha creado una cartera bien equilibrada de juegos en todos los segmentos, con un atractivo geográfico global, y nos ayudará a acelerar Xbox Game Pass tanto dentro como fuera de la consola”, afirmó Spencer en el mail.
El correo estaba dirigido a Satya Nadella, CEO de Microsoft, y Amy Hood, CFO de la empresa.
Para Spencer, Sega serviría para aumentar las suscripciones a Xbox Game Pass específicamente en PC, consolas y la nube.
“El atractivo global de la amada IP de Sega ayudará a expandir el alcance de Xbox Games Pass a nuevas audiencias en todo el mundo, especialmente en Asia, donde el contenido localizado es fundamental para el éxito”, subrayó Spencer.
Respecto a Bungie, actualmente propiedad de Sony, el interés estaba en “asegurar IP valiosa, Destiny (y su comunidad) y la integración de su infraestructura de desarrollo y operaciones en vivo en Xbox Game Studios”, siempre según Spencer.
Sin embargo, nada ocurrió, y no está claro el por qué. Aún para 2021, señala The Verge, Sega era un objetivo clave para Microsoft.
Microsoft continúa luchando para adquirir Activision Blizzard
Posteriormente se anunció la intención de compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, ofreciendo casi 69 mil millones de dólares, pero el bloqueo de diversos organismos, como la Autoridad de Mercados y Competencia del Reino Unido, además de la Comisión Federal de Comercio, ha frenado todo.
Durante esta semana han tenido audiencias con la institución gubernamental estadounidense ejecutivos como Matt Booty (Xbox Game Studios), Jim Ryan (PlayStation), Bobby Kotick (Activision), Satya Nadella (Microsoft), Jeff Fisher (Nvidia), Dennis Carlton (Microsoft), Tim Stuart (Xbox), Amy Hood y Steve Singer (Xbox).
La preocupación de británicos y estadounidenses se enfoca en cómo afectará al mercado y la libre competencia la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft.