La llegada de las dos últimas transformaciones de Goku y Vegeta, Ultra Instinto y Ultra Ego respectivamente, sorprendieron a quienes siguen de cerca los eventos del manga de Dragon Ball Super.
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La transformación de Goku se logró ver en el animé. Pero la de Vegeta todavía sigue limitada a las páginas que publica Shueisha. Un elemento en particular en el modo que comenzó a perseguir el príncipe saiyajin llamó la atención de los lectores: ¿es posible que vuelva a ser malvado? ¿Llegará a convertirse en el Dios de la Destrucción?
Esto se había pensado debido a que Vegeta estaba desarrollando el modo Ultra Ego que le impartió Bills. La premisa de esta transformación hablaba de que el guerrero que la ejecute no tenía ningún sentimiento en su corazón. No le importa su familia, su pasado, su presente o futuro; sólo quiere pelear.
Estas posibilidades, basadas en las dos interrogantes planteadas, han quedado desestimadas, al menos por el momento, en el más reciente número del manga de Dragon Ball Super. Vegeta no va por ese camino y pareciera acercarse al Ultra Instinto de Whis.
De acuerdo con lo que se muestra en el episodio, Vegeta le explica a Goku que es momento de dejar de lado el entrenamiento del cuerpo y comenzar a enfocarse en la mente.
“Para sacar el 100% de nuestro poder tenemos que relajar nuestro cuerpo y nuestra mente en todo momento, a excepción de cuando golpeamos”, dijo el príncipe saiyajin mientras meditaba al estilo Piccolo.
Whis escuchó y comenzó a aplaudir a Vegeta por haberse dado cuenta de este elemento en específico, con el que le comienza a sacar ventaja a Goku.
El príncipe se ve motivado en las recientes peleas que ocurrieron en el manga y animé. Jiren, Broly Moro, Gas y Freezer; todos fueron más poderosos que los Guerreros Z y por lo tanto Vegeta comenzó a indagar en una fórmula para al menos igualarlos.