El corazón de Dragon Ball Z (y toda la franquicia en su etapa adulta en realidad) reside en la relación que tienen Gokú y Vegeta. Quienes podrían ser considerados como los dos protagonistas principales de esta saga hoy en día.
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La era Z es tal vez una de las más queridas entre los seguidores del manga y el anime en general de las últimas décadas. Pero lo cierto es también que a estas alturas existe una cantidad tan bestial de historias en los arcos y subtramas que a veces es fácil perder algunos detalles.
Hace poco reflexionábamos por ejemplo sobre cómo Vegeta había cometido un asesinato masivo de inocentes durante el arco de Majin Boo, pasando desapercibido o relegando a un segundo plano la magnitud real de esa masacre por el orden los hechos y el peso que Akira Toriyama le terminó dando a ese pasaje.
Como ese caso recordado hay muchas escenas que con el paso del tiempo y la construcción de otros arcos terminan siendo sepultadas o diluidas, a un grado tal donde muchos espectadores fieles incluso pueden olvidar que sucedió alguna secuencia que en su momento resultó crucial para hacer avanzar la trama.
Eso es justamente lo que sucede con la resolución final de la primera pelea entre Gokú y Vegeta, una duelo épico donde todos recordamos quién terminó ganando, pero muchos olvidamos un pequeño gran detalle.
El origen de la actitud de Vegeta hacia Gokú en Dragon Ball Z
Cuando arrancó Dragon Ball Z Vegeta fue presentado rápidamente como el villano más grande al que se habrían enfrentado todos los guerreros del planeta. Aunque eso fue meramente la antesala de lo que vendría después, con Freezer y otros villanos con un poder mucho más alarmante.
Pero en ese primer momento Vegeta no sólo era alguien que lucía invencible, sino que encima resultaba muy fácil odiarlo por su personalidad soberbia y su carácter que se distinguía por ser tan sanguinario como abusivo.
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El príncipe no dudó en asesinar a cuanto guerrero Z pudo y para cuando llegó la hora del encuentro contra Gokú los fans hervían de furia deseando verlo derrotado molido contra el suelo. Akira Toriyama sabe muy bien cómo preparar el terreno de las expectativas en ese aspecto.
Luego el duelo finalmente sucedió y la pelea fue bastante cerrada, aunque Gokú terminó ganando como todos esperábamos. El detalle es que hubo una escena, casi un epílogo, en donde Vegeta intentó huir arrastrándose y Krillin estuvo a punto de ejecutarlo con la katana de Yajirobe.
Todos deseábamos que el enano pusiera fin a Vegeta, era lo más justo luego de lo vivido. Pero Gokú lo convención de perdonarle la vida.
El orgullo de Vegeta desde entonces ha tenido encajada esa espina en su ego y de una forma u otra fue marcando todos los encuentros y duelos entre ambos personajes.