Parece que las medidas para combatir el cambio climático podrían haber surtido efecto y el agujero de la capa de ozono estaría en vías de quedar completamente cubierto y sanado para el año 2066. Así lo revela un reciente reporte de una institución vinculada con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Fue hace más de 35 años que todas las naciones del mundo acordaron inicialmente cortar el uso recurrente de productos químicos que se descubrieron nocivos para la capa de ozono en la atmósfera de la Tierra. El convenio de Viena de 1985 fue aprobado y firmado por 28 países, lo que derivó en septiembre de 1987 a la redacción del Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono.
Se trató de un esfuerzo conjunto e histórico implementado desde casi finales del siglo XX en donde muchas generaciones crecieron ya bajo esa perspectiva regulatoria apostando por resultados a largo plazo. Ahora, en pleno 2022, ante los estragos palpables del cambio climático a nivel global recibimos la buena noticia de que al menos ese proyecto estaría rindiendo frutos.
De manera tal que dentro de algunas pocas décadas la capa de ozono se recuperará en su totalidad cubriendo de nuevo a nuestro planeta.
2066: el año en el que se recuperará la capa de ozono según la ONU
La World Meteorological Organization Ozone Research and Monitoring de la Secretaría del Ozono del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) acaba de publicar su más reciente reporte, en donde confirman que agujero en la capa de ozono está empezando a sanar:
“La eliminación progresiva de casi el 99% de las sustancias prohibidas que dañan la capa de ozono ha conseguido salvaguardarla, lo que ha llevado a una recuperación de la capa de ozono en la estratosfera superior y a una menor exposición humana a los nocivos rayos ultravioleta del sol”.
Es lo que señala Stéphane Dujarric, portavoz de la ONU, de declaraciones reproducida por ABC News Australia. Sin embargo el grupo de científicos encargados de llegar a dichas conclusiones también han encendido la alarma sobre los posibles efectos negativos del uso de la Inyección Estratosférica de Aerosoles (IEA) como medida para reducir el cambio climático.
Debemos recordar que la capa de ozono protege al planeta de la radiación nociva relacionada con el cáncer de piel, las cataratas y el daño a los cultivos entre muchos otros daños de impacto ambiental para el planeta.
La radiación ultravioleta del Sol sin esta protección tiene el potencial de dañar de forma irreversible la vida sobre el planeta.