Ash Ketchum, finalmente, se alza como campeón mundial en Pokémon, luego de ganar el Torneo de Maestros en el animé. Y aunque el hecho no fuera real, sino solo en la serie, en Tokio lo celebraron a lo grande.
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El chico de 10 años, transcurridos 25 años desde el principio de la popular serie, finalmente llega a lo más alto.
La franquicia Pokémon fue lanzada mundialmente en 1997, basándose en Pocket Monsters Rojo y Verde. Creada por Satoshi Tajiri, Ken Sugimori, Game Freak y Nintendo, cuenta con juegos, manga, serie y películas.
La historia de Ash pasó de los videojuegos al día a día de los fanáticos en varias plataformas virtuales… y en su vida real.
La evolución de Ash Ketchum en Pokémon
Los Pokémon son criaturas (monstruos) inspiradas en animales reales, objetos, insectos, plantas o personajes de la mitología. Van evolucionando según la experiencia y las victorias.
Conocido en Japón como Satoshi, Ash Ketchum era uno de los entrenadores Pokémon, dueño del querido Pikachu. Esta era una criatura amarilla con electricidad estática regalada al chico por el profesor Oak, en Pueblo Paleta.
En sus aventuras, se fueron enfrentando a decenas y decenas de rivales, llegando a conquistar la Liga Naranja y la Liga de Alola. Pero el triunfo en el Torneo de Maestros era esquivo.
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Hasta la pasada semana, cuando los creadores decidieron darle una nueva línea argumental.
El triunfo definitivo, 25 años después
Como explica Comic Book, “Ash se ha convertido en el campeón mundial después de comenzar sus viajes en el animé hace 25 años, y es una gran victoria para los fanáticos de todo el mundo como cabría esperar”.
En Pokemon Journeys, Ash se alza con el título en el Torneo de Maestros. Ahora, ¿qué sigue?
Según Comic Book, el animé más reciente ya experimentó con cambiar el enfoque lejos de Ash en varios episodios, por lo que podría ser la dirección para el futuro. Además, el protagonista se centrará en mejorarse a sí mismo.
La franquicia continuará creciendo, eso es seguro, pero ¿será del agrado de los fanáticos la evolución? Hasta ahora, sí, claro que sí.
