Nintendo ha tenido una historia peculiar a lo largo de sus décadas como una compañía dedicada al entretenimiento de generaciones completas en casi cualquier formato concebible.
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Bajo tal perspectiva el personaje de Mario ha sido tal vez el más popular y determinante, no sólo para la compañía, sino para la industria completa.
Es por ello que cada juego protagonizado por este querido sujeto es objeto de obsesión y culto por parte de los gamers que, en muchos casos, crecieron junto a este plomero.
Dentro de la amplia galería de títulos que conforman el catálogo de Nintendo es probable que Super Mario Galaxy no sea el mayor exponente vigente.
Pero el tiempo vuela, y de algún modo de pronto resulta que el juego está por cumplir década y media de su existencia. Estamos a pocas semanas de que se celebre esa fecha y es el momento oportuno para recordar la curiosa anécdota de la demo técnica que dio origen al juego.
Así nació Super Mario Galaxy para la Wii
Fue un primero de noviembre de 2007 cuando las tiendas de videojuegos recibieron en sus estantes el lanzamiento de Super Mario Galaxy para la Wii.
En su momento todos los consumidores casuales tomaron con absoluta naturalidad que esta consola que provocaba furor por sus originales mandos tuviera un juego exclusivo con Mario.
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Sin embargo, los fans más dedicados en realidad habían pasado por un largo periodo de esperas, retrasos y desconciertos tras un extenso e incómodo periodo de sequía.
El éxito de la Wii fue tan brutal que casi quedó borrado el mapa y la memoria colectiva que la GameCube no había sido una consola espectacular.
La Nintendo 64 había significado el fin del reinado absoluto de esta compañía en la industria, de modo que la GameCube se dedicó básicamente a incorporarse a las tendencias modernas de la industria de los videojuegos y recuperar los gamers perdidos.
Fue así como lanzaron Super Mario Sunshine en 2002, a un año de lanzamiento de la consola, dejando en el limbo la duda sobre qué había sucedido con esa curiosa demo técnica mostrada cuando se anunció la Gamecube:
Super Mario 128 es el nombre popular de esta increíble demo técnica que desde el momento mismo de su revelación se planteaba como la semilla para el siguiente juego de la consola.
En la demo se podía ver una plataforma repleta de múltiples Mario que realizaban distintas acciones, como levantar cajas, arrojar objetos y caminar por un escenario casi esférico.
Pero luego llegó Super Mario Sunshine con ninguna de estas ideas desarrolladas. Fue así como desde 2001 cada año los fans esperaron a que Nintendo cumpliera su palabra.
Fue necesario esperar un cambio de consola para ver Super Mario Galaxy en la Wii. Pero al final toda esa demora valió la pena.
