Se estrenó el capítulo inicial de la la nueva serie spin-off derivada de Game of Thrones: House of the Dragon, por HBO y HBO Max. Y contrario a lo que tal vez muchos podían haber imaginado en realidad el episodio inicial fue un suceso viral.
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De hecho este capitulo cuenta con el Distintivo de haber hecho historia para HBO al convertirse en el estreno más visto en toda la historia de la compañía.
Las cifras de audiencia para el este arranque fueron más que respetables para un primer episodio, aunque no han faltado los señalamientos de que más bien debería ser considerado como una secuela de serie.
Perspectiva bajo la cual en realidad las cifras serían bajas y hasta alarmantes, ya que significaría que en realidad House of the Dragon sólo habría reunido menos de la mitad de la audiencia que logró juntar el final de Game of Thrones.
Pero quienes disfrutaron la experiencia de este nueva aventura habrán notado un detalle extraño con el popular trono de hierro.
Qué tiene distinto el trono de House of the Dragon
Un detalle que mucho no pudieron evitar notar durante el estreno de House of the Dragon es que el trono de hierro era mucho más grande y voluminoso que el que vimos en Game of Thrones.
La explicación para esto es obvia y se delata desde el primer momento en que arranca la serie: la trama se ubica prácticamente dos siglos antes de los hechos de la serie original. Por lo que el periodo de tiempo y la opulencia vivida es otra:
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“Entramos en la serie sabiendo que este era un momento de gran decadencia. Consideramos que este es el ápice del imperio Targaryen, por lo que realmente queríamos comunicar esta idea de riqueza y prosperidad y el hecho de que hubo seis años de paz.
Los Targaryen realmente pudieron desarrollar todas las cosas bonitas que sucedieron: tiempos de paz, estatuas y arte, caminos y fuentes.
Creo que (los showrunners originales de Game of Thrones, David Benioff y D.B. Weiss) crearon esta cosa tan icónica. Lo que queríamos hacer era honrar eso, pero también contar la historia de una época más decadente y también comunicar que hay 200 años de diferencia.
Si miras muy de cerca, verás que el trono original está ahí en medio de todo. Solo se agregan y aumentan los elementos, lo que sugiere que la historia cambia las cosas en algún momento en el tiempo intermedio.”
Es lo que señala uno de los showrunners de esta nueva serie, Ryan J. Condal, en entrevista para Vanity Fair. Lo curioso es que dicha conversación se publicó poco antes del estreno el episodio.
Así que uno de los momentos de mayor expectativa era ver el nuevo trono, que en realidad lucía bastante familiar, sólo que más opulente.