La piedra base que sostiene la edificación llamada Dragon Ball se llama Goku. Aunque Akira Toriyama diga que Gohan es el más poderoso, es su padre el de mayor peso en cada uno de los arcos de toda la obra producida por Toei Animation.
Incluso a los villanos que no logró vencer, hizo algo para apoyar al guerrero ganador y así, una vez más proteger la Tierra; el Universo 7 si lo llevamos a Dragon Ball Super.
Van más de 36 años de aventuras. Iniciamos viendo a Goku cuando tan solo era un pequeño peleador de artes marciales con cola y por ahora lo estamos viendo en una de sus transformaciones más sorprendentes, la del Ultra Instinto.
En todo este tiempo los retos han sido realmente complejos. Sin embargo, algo en lo que no habíamos visto a Goku es superando un fatality de Mortal Kombat. En realidad pasó y no nos habíamos dado cuenta.
Goku vs. un brutal fatality
Personajes como Sub-Zero, Scorpion, Raiden, Kitana, Liu Kang o Kung Lao son de los más populares en Mortal Kombat. Desde que el videojuego salió en Super Nintendo (SNES) introdujo una técnica que se llama fatality y que se aplica a través de una compleja combinación de botones (que a mi me costaba mucho lograr).
Es prácticamente imposible sobrevivir a esto, ya que se aplica justo cuando el oponente está casi con cero de energía. Pero Goku lo logró o al menos pudo vivir a una técnica similar ejecutada por Ten Shin Han.
El curioso escenario se da en la edición 21 del Torneo de las Artes marciales. Fue precisamente en la final contra Ten Shin Han, la primera a la que llega Goku, cuando era un niño.
La batalla entre ambos fue brutal y se podría decir que al final fue un empate técnico. El ganador se decidió porque Goku cayó primero fuera de la plataforma tras ser atropellado por un carro.
Pero antes de eso, en el desarrollo de la batalla, Ten realizó una técnica en la que le salieron cuatro brazos de su espalda.
Según reseña Screen Rant esta es una técnica muy similar al fatality de Goro, que con sus cuatro brazos desgarra a sus rivales poco a poco hasta dejarlos sin extremidades. Ten Shin Han lo intentó, pero no lo logró.