El nuevo número del manga de Dragon Ball Super está a solo horas de ser publicado. Mientras el mundo entero pone el foco en la película, las historietas de la obra de Akira Toriyama siguen su curso.
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Goku y Vegeta enfrentan a un poderoso enemigo que tiene el poder suficiente para exterminarlos a ambos. De ahí a que lo logre es otra cosa, pero lo está intentando y en ocasiones pareciera estarlo logrando.
Esta situación ha llevado a que Goku y Vegeta acudan a su más reciente nivel más alto de poder. Ambos obtienen este estado bajo dos transformaciones, la del Ultra Instinto para Kakaroto y la del Ultra Ego para el príncipe de los saiyajines.
Probablemente ambos salgan de este aprieto en los siguientes episodios. Pero a partir de que eso se logre se va a instalar una gran duda en el universo de Dragon Ball Super.
¿Qué significa el hecho de que Vegeta ahora domine el Ultra Ego? Durante esta batalla ambos Guerreros Z acuden a su más profundo instinto saiyajin.
Es decir, quieren acabar con su enemigo o morir en el intento; escapar o recibir cualquier ayuda no es una opción.
¿Por qué esto es peligroso en Vegeta?
La evolución del príncipe de los saiyajines ha sido bárbara. Lo conocimos como un peleador despiadado dispuesto a matar incluso a quienes lo consideraban su amigo (caso Nappa).
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Pero después, poco a poco fue familiarizándose con la familia Z hasta llegar a formar parte de ella. Tiene un hijo con Bulma. Si de integración hablamos no hay mejor ejemplo que este.
Pero el hecho de que se haya transformado en el Ultra Ego expone una de sus mayores características: el hecho de que no le importa nada, solo quiere destruir.
De hecho, la técnica se la enseña el mismísimo Dios de la Destrucción y al completar el control sobre esta habilidad, Vegeta podría optar por el puesto de Bills.
Entonces, si es cosa de que el príncipe volviera a sentir esos instintos, estaríamos ante un gran peligro con el papá de Trunks.
