Una vez más queda demostrado que el ingenio y la creatividad son las herramientas fundamentales para crear una pieza audiovisual magistral. Los equipos profesionales y los elevados gastos de producción, es cierto, te ayudan. Pero una buena idea puede más que cualquier cosa. Este Krilin entrenando es la evidencia más clara.
Se hizo con una figura de acción de Krilin, una cámara y un par de lámparas. El juego de luces y la técnica del stop motion hizo que este icónico personaje de Dragon Ball cobrara vida con movimientos clave, ejecutados por su creador, el youtuber Animist.
Vandal describe que a la técnica de stop motion también se le conoce como animación en volumen o animación fotograma a fotograma. Se trata de un proceso que es minucioso y lento, ya que es necesario grabar cada uno de los frames de una figura para realizar los movimientos.
Es lo más cercano a un dibujo animado de los antiguos, en los que el diseñador ilustraba cientos de bosquejos para lograr realizar, por ejemplo un saludo. Bueno, bajo la técnica que hace Animist no hay dibujo, sino que el creador mueve paso a paso a la figura de acción mientras la graba y posteriormente saca sus manos en la postproducción.
Krilin en la pieza magistral
El youtuber grabó todo el proceso del making con la intención de que se note el gran esfuerzo que hizo. En el corto final, que aparece en lo último del mismo video, muestra a Krilil vestido con su típico traje color naranja y la insignia (kanji) que obtiene de la escuela del Maestro Roshi.
El mejor amigo de Goku durante las historias de Dragon Ball hace movimientos en los entrena saltando y realizando piruetas. La guinda del pastel es cuando realiza un kamehameha que se ve muy similar al del animé gracias a las lámparas presentes en el proceso de creación.
El reloj en el fondo le da el toque final, al mostrar las horas de trabajo que se dedicaron a este contenido.
